Ibiza medieval 2024 | La inauguración

Bienvenidos al "fiestón" medieval de Ibiza

Un gobernador fantoche y un irónico juglar abren la Eivissa Medieval

Miles de personas acuden al espectáculo inaugural de la feria

Así ha sido la Inauguración de la feria Ibiza Medieval 2024

Estela Torres

«Quiero fiesta, algarabía, jolgorio, que hay que impresionar a los forasters. ¡O lo hacéis bien o subo los impuestos!», clama Joanot Salvà, gobernador de la ciudad (inspirado en un personaje real del siglo XVI) que anda preparando una gran fiesta para celebrar el 25 aniversario de la declaración de Ibiza como Patrimonio de la Humanidad. «Es un poco petulante», comenta Carol Brest, responsable de Acrobatik, encargados del espectáculo inaugural de la Ibiza Medieval, al que asisten miles de personas.

Mientras esperan la llegada de la comitiva, que desembarca del emblemático velero ‘Rafel Verdera’, construido en Ibiza, en madera, en 1841 —«el barco en activo más antiguo de la flota española», afirman desde la organización—, Joanot Salvà ya se ha ventilado, ante los ojos de los asistentes y de su esposa (la soprano Lucía Herranz) al juglar, que ha osado compartir con el público algunas de las «verdades» sobre el vanidoso gobernador: «Es fanfarrón y fantoche. Pretende llevarse el mérito de la construcción de las murallas de tan grandioso recinto. Joanot es lo que se dice un auténtico petimetre. ¡Hoy en día diríais que le encanta el posturero! Antes que a él deberíamos nombrar a Giovanni Batista Calvi, que fue el ingeniero». Palabras, éstas y algunas otras, que acaban con el pobre juglar arrestado por los guardias.

Y ahí, a pie de puerto, amenazando con la muerte a los ciudadanos «que no hayan pagado el tributo», Joanot continúa fanfarroneando —«soy el representante de dios en Ibiza, dios hecho carne ¡Mucha carne!»—, presumiendo de invitados —«la mano derecha del obispo de Tarragona», «gente de la corona aragonesa», «Miguel Angel DaVinci» y «lo pitjor de tot: es mallorquins!»— y exigiendo a su pueblo que dejen «flipados» a los «forasters» con sus gritos de júbilo.

Y, claro, la gente grita y aplaude mientras el honorable matrimonio recibe a los convidados, no vaya a ser que acaben en el mismo sitio que si no pagan los tributos. Claman y aplauden mientras el gobernador, su esposa, los invitados y la numerosa corte recorren las calles, rumbo al Portal de ses Taules, donde les espera, además de la multitud, un personaje un tanto inesperado: ¡el juglar lenguaraz!

Desde un balcón y rasgando las cuerdas de un panduri continúa con sus comentarios: «Ja arriba sa comitiva, encapçalada per en Joanot, que està fet un bocagrossa i l’agrada presumir de tot». Sus palabras sobre la historia de la isla, la memoria y la huella que han dejado fenicios, cartagineses, romanos «hasta llegar a los musulmanes», se las lleva el humo rojo que envuelve el espectáculo de danza árabe. Las odaliscas paran, los guardias abren las puertas de la ciudad y continúa el espectáculo con el que se inaugura la Ibiza Medieval 2024. «Un espectáculo preparado en Ibiza, hecho con mucho cariño y con mucha ilusión», definía, en la vorágine de los últimos preparativos y a punto de iniciar los últimos ensayos generales, Carol Brest, directora de la puesta en escena.

Más de una hora de actuaciones en la que participan, además de las compañías que se han desplazado a la isla para actuar durante los próximos días en la Ibiza Medieval, artistas de la isla: las alumnas del Conservatori de Música i Dansa d’Ibiza, bailarinas del Centro de Danza, del Estudio Capricorn y de la propia compañía de Brest. En total, un centenar de artistas, aproximadamente entre los que destacan los escaladores de la compañía de trabajos verticales Vértig Cero, que descienden por las murallas de Dalt Vila.

Eivissa Medieval.

Eivissa Medieval. / Marcelo Sastre

Bodas de plata

Y es en ese momento, con las puertas de Dalt Vila abiertas y las imágenes de las bailarinas en la retina, cuando el petimetre de Joanot confiesa a todos los asistentes que ha pensado aprovechar «todo el despliegue» de la celebración de los 25 años de la declaración de Ibiza como Patrimonio de la Humanidad para celebrar sus bodas de plata con su esposa, su querida Ibossim: «Así quedo bien con todo el mundo y ella, contenta. El obispado también contento, la nobleza contenta... ¡Me río en la cara de los mallorquins! ¡Y eso me pone muy contento! ¡Todos contentos!».

A todo esto, cuando el gobernador quiere darse cuenta, no encuentra a su mujer, que lo contempla todo desde la torre. «Aquí dalt!», le llama, sorprendida del despliegue a los pies de la ciudad: «¿Todo esto es por nuestro 25 aniversario? ¿Quién es toda esta bella gente? ¿Has invitado a toda la villa de Ibiza?». Tan contenta se pone la gobernadora consorte que la felicidad y el amor le salen por las cuerdas vocales. Una actuación que hace que su marido se crea poeta y le dedique unos versos, no exentos de ripios: «Ibossim de mis entretelas, para demostrarte mi amor me he gastado todas las pelas». «Reina de mi corazón haces que me vuelva loco. Te he montado un fiestón ¡y aún me parece poco!», concluye Joanot mientras su mujer continúa cantando y el juglar, que además de sacar las vergüenzas a los poderosos es la voz del sentido común, se pone serio para explicar, a los miles de asistentes congregados, la declaración patrimonial de 1999 y los elementos que la componen. «Vileros y forasteros, alcemos hoy nuestras voces en un grito de alegría. Regocijémonos y agradezcamos», clama el juglar quien, tras más canciones y confetti, mientras todos se disponen ya a subir a Dalt Vila para descubrir el viaje al medievo de este año, continúa rimando con su panduri: «No només va ser en Joanot, ni tampoc van ser els Salvà. Van ser tots els eivissencs que amb feina i dedicació van construir una Ibiza Patrimoni de la Humanitat».