El uso secreto del estropajo para lavar los platos: la parte que debes usar para dejar la vajilla como nueva

Esto es lo que tienes que hacer

El uso secreto del estropajo para lavar los platos: la parte que debes usar para dejar la vajilla como nueva

El uso secreto del estropajo para lavar los platos: la parte que debes usar para dejar la vajilla como nueva

Valeria Montero

El estropajo es un esencial de limpieza para cualquier cocina. Sus múltiples funciones y su efectividad como instrumento de limpieza lo convierten en una alternativa que todo el mundo suele tener en cuenta para, sobre todo, limpiar la vajilla y devolverle su brillo inicial.

No obstante, lo más seguro es que, al fin y al cabo, no conozcas todas sus funcionalidades del todo. Los estropajos convencionales que viene a la cabeza de la mayoría de consumidores están compuestos de varios materiales: la parte abrasiva está hecha de poliéster y poliamida; y la esponja es de poliuterano. A la hora de eliminar la grasa y los restos de comida también podrás echar uso de este útil de limpieza, ya que si aplicas un poco de fuerza podrás eliminar hasta las incrustaciones.

La parte secreta del estropajo

Cada una de las caras cumple mejor una función determinada. Para frotar es más conveniente que se use la parte amarilla -la que corresponde a la esponja-, aunque si las manchas y las incrustaciones se resisten es mejor utilizar la parte abrasiva. No obstante, hay una parte que seguro que te sorprenderá: los laterales del estropajo.

Cualquiera busca agilizar la tarea de lavar los platos lo máximo posible para poder dedicarle unos minutos más a cualquier cosa más agradable. Quizás esto te resulte muy útil: utiliza el hueco que el estropajo tiene entre caras para limpiar a la vez la parte de abajo y la de arriba tanto de platos como de vasos. En lugar de pasar la esponja por arriba y por abajo, tan solo tendrás que hacerlo una vez siguiendo los bordes para eliminar la suciedad que se acumula al rededor.

Con el paso de los años, la popularidad del estropajo se ha desinflado un poco; y es que el mercado han ido llegando artículos que vienen a hacer lo mismo, pero son más respetuosos con el medio ambiente o más efectivos.

Uno de los problemas más habituales de estos productos es la rapidez con la que se ensucian y comienzan a resultar más incómodos de usar. El material del que están compuestos hará que, por ejemplo, puedan terminar rompiéndose poco a poco y pierdan su poder.

Si lo que buscas es que los estropajos que ya tienes por casa limpien con la misma efectividad que el primer día, debes tener en cuenta varias cosas. Es normal que con el paso del tiempo la esponja de este útil de limpieza comience a adoptar una textura bastante desagradable. Esto vendrá acompañado la mayoría de ocasiones por la acumulación de olores que te harán desecharlos sin apenas haberles dado uso.

Es importante que cada cierto tiempo sustituyas el estropajo por otro nuevo que devuelva el brillo a la vajilla a la hora de fregarla. Lo cierto es que, al igual que la bayeta, terminan convirtiéndose en un nido de bacterias. Si crees que todavía es pronto para tirarlos, puedes probar a sumergirlos en una mezcla de agua con un chorro de lejía durante unos minutos. No obstante, algunos expertos señalan que el tiempo de vida útil de un estropajo es tan solo de diez días.