Oriana Marzoli fue este jueves la primera en entrar en la nueva casa de ‘Gran Hermano’. La extronista de ‘Mujeres, Hombres y Viceversa’ se encontró una casa patas arriba, convertida en una auténtica granja, sin agua corriente y sin baños.

Gallinas, una avestruz y un burro campaban a sus anchas por el jardín, la cocina, la sala y las habitaciones. Cuando la colaboradora de televisión los vio, protagonizó el primer ‘momentazo’ de la noche. El animal no hacía más que acercarse a ella, mientras desesperada no sabía dónde ponerse a salvo.

“Que me muerde el brazo”, gritaba, mientras desde el plató Jorge Javier la vacilaba. Finalmente, acabó encerrada dentro de la cuadra del burro, a la espera de que alguno de sus compañeros llegase para rescatarla. Y así fue Tony Spina, uno de sus ex novios, entró justo después a la casa de Guadalix.

No será la única que tenga que convivir las próximas semanas con su pasado. Mónica Hoyos descubrirá el próximo domingo que la ex de su ex Carlos Lozano, compartirá techo con ella. Míriam Saavedra entrará a la casa más popular de la televisión durante el debate de Sandra Barneda.

Ni Aramís Fuster con sus poderes pudo adivinar lo que le esperaba dentro de la casa. La pitonisa se propuso ser la protagonista de la noche. Comenzó asegurando que había mantenido una relación con Obama en Chicago y confesando que no usa ropa interior. Por si había dudas, la bruja no hacía más que abrirse la falda para enseñarlo todo, mientras se hacía paso por las hojas y las ramas que había esparcidas por su nuevo hogar.

A última hora, Jorge Javier anunció la última sorpresa de la noche. Solo dos concursantes podrían coger sus maletas. Los afortunados fueron Tony Spina y Asraf Beno.