Me da la impresión de que muchos seguidores de la televisión cultural no eran conscientes de cuantísimo perdimos con la desaparición simultánea de tres espacios imprescindibles: 'Programa de mano', 'Mi reino por un caballo' y 'Miradas 2'. Ha transcurrido desde su ausencia un periodo de cinco años, más que suficientes para constatar hasta qué punto han sido irremplazables.

Refresquemos la memoria a los amnésicos. 'Programa de mano', presentado con sutileza por Clara Sanchís y dirigido por Benjamín Núñez era una revista dedicada a la música culta, con entrevistas relajadas a artistas que con toda seguridad ni hasta ese momento ni desde entonces habrán vuelto a pisar un plató. 'Mi reino por un caballo' era un programa de referencia dedicado a las artes escénicas, a lo que se cocía en la cartelera teatral. Y 'Miradas 2' fue el residuo en edición semanal de lo que quedó de aquel invento diario impulsado por Georgina Cisquella y Antonio Parra con el que se modernizó La 2 desde Madrid.

En 2003 nos quisieron convencer de que 'Atencion obras' compensaría sobradamente estas ausencias, y que incluso las dotaría de mayor relevancia, al tratarse de una apuesta "fuerte" por la cultura. Hasta que llegó el tío Paco con las rebajas. 'Atención obras' ha pasado de durar una hora a durar media. Con el equipo mermado. Y detalles curiosos: los jueves festivos no se ha emitido. ¿Por qué si se trata de un programa grabado no ha habido entrega días como el 1 de noviembre o el 6 de diciembre? En la última emitida, con entrevista al fotógrafo Eugenio Recuenco, no hubo ni un solo minuto dedicado al teatro. Ni una pieza. Ni una alusión. Tampoco a la música clásica.

'Programa de mano', 'Mi reino por un caballo' o 'Miradas 2' no debieron morir. Matarlos fue fácil. Resucitarlos costaría una vida. Y cuando vuelvan los conservadores al poder, que volverán, ni te cuento…