En la colaboración semanal que Jorge Javier Vázquez tiene en la revista Lecturas ha dejado muy clara su animadversión hacia Ana Obregón, y no es la primera vez. La ha lapidado sin piedad tras la aparición de la bióloga en el programa de televisión 'De Viernes'.

"Va a la tele porque necesita meterse periódicamente ese chute catódico que le haga pensar que sigue vigente, pero ha llegado el momento de enfrentarse a la verdad. Ana Obregón ya es historia de la televisión. Ya fue. Pasó su tiempo", escribe Jorge Javier.

Para el polémico presentador "lo peor que se le puede pedir a Ana Obregón en estos momentos de su vida es que hable", porque cree que "ha pronunciado tantas mentiras que su mente está más preocupada en no contradecirse que en expresarse con libertad". Llega a decir que los pasajes dramáticos de su vida "están tan manoseados, tan tergiversados, tan manipulados, que en ningún momento consiguió transmitir emoción alguna".

"Conozco bien a Ana cuando se pone a la defensiva. Habla, habla y habla sin parar. Se refugia en lugares comunes, en tópicos rancios, en dolores ancestrales y en una mosca que pasaba por allí para aturrullar a los colaboradores, ir haciendo que corra el tiempo para, al final, largarse a casa con el talón en el bolso y planear su vuelta a otro plató para endosarnos un nuevo rollo", escribe Jorge Javier.

No es la primera vez

Y es que no es la primera vez que el presentador utiliza su blog en Lecturas para atizar a Ana Obregón. Lo hizo también el pasado mes de enero. "Lo que pasa con Belén -Esteban-, fíjate, no pasa con Ana Obregón. A Belén la quieres ver. A Ana, no tanto. No es una opinión, es información: Ana Obregón vende más cuando Lequio habla de ella que ella misma en carne viva", opinaba en esa ocasión.

Incluso fue un poco más allá y no dejaba pasar una de las noticias de aquella semana: las dudas respecto a la gestión de Obregón al frente de la fundación de su hijo fallecido: "A la Obregón la está penalizando su manera de gestionar las informaciones sobre la fundación de su hijo y, sobre todo, la constante exhibición/utilización de su hija/nieta. Se ha enredado de tal manera con ambas historias que la cosa solo puede ir a peor".