Los vinos con denominación de origen (D. O.) son una garantía para el consumidor, puesto que deben cumplir una serie de condiciones estrictamente reguladas y ser sometidos al examen de un consejo. El primer requisito exigido es que su proceso de elaboración se lleve a cabo con uvas de la propia región, pero también han de seguirse los procesos de fermentación y maduración específicos del vino tradicional de la zona, aquellos que en su momento dieron fama al producto y le hicieron merecedor de su propia denominación. España es un país que despunta en producción vinícola.

Por eso, entre nuestros vinos encontramos una alta calidad en muchas producciones. Los que cuentan con su propia denominación de origen pueden dividirse según las diferentes zonas en las que se producen, y prácticamente cada región española ha conseguido su sello de calidad. A continuación repasaremos las denominaciones de origen más famosas de los vinos españoles.

La Rioja

¿Quién no ha escuchado hablar maravillas de un buen Rioja? Este vino español es famoso a nivel mundial y se genera en la zona de La Rioja, sur del País Vasco y nordeste de Castilla y León. Destacan sus vinos tintos, aunque lo cierto es que los rosados o los blancos con esta denominación de origen tampoco se quedan atrás. En cuanto a las variedades de uva que se emplean en su elaboración, la que más se utiliza en el proceso de producción es la tempranillo, aunque también hay algunos muy buenos llevados a cabo con maturanas o mazuelos.

Ribeiro

El vino Ribeiro creó su denominación de origen en el año 1957, y se elabora en la zona norte de Ourense. Se utiliza una mezcla de uvas blancas y rojas del lugar, que llegan a sembrarse a una altitud de 400 metros sobre el nivel del mar, en zonas húmedas pero templadas. La zona puede presumir tanto de unos increíbles vinos blancos como de espectaculares tintos. Los blancos son afrutados y ligeros, se toman frescos y alcanzan los 13º de alcohol. Los tintos, sin embargo, cambian en cuanto a su acidez, que resulta más compensada, y su graduación varía entre los 9,5 y los 12º. Lo que tienen en común unos y otros es que no se someten a procesos de envejecimiento, por lo que se recomienda su consumo el primer año.

Ribera del Duero

Los vinos de Ribera del Duero también están muy solicitados internacionalmente. Y es que tienen mucho cuerpo, así como un sabor exquisito que se potencia en el paladar y llena de matices la experiencia de saborearlos. Al igual que ocurría con el Rioja, los vinos Ribera del Duero contienen principalmente uva tempranillo. Se elaboran en las zonas de Valladolid, Soria, Burgos y Segovia. Todos los vinos con esta denominación de origen contienen uvas sembradas hasta a 850 metros de altitud, y con variaciones de temperaturas que oscilan desde los -18 hasta los 40 ºC. Igualmente, todos ellos pasan por madera.

Valdepeñas

La denominación de origen de Valdepeñas fue reconocida en 1932, y es una de las más sonadas para los españoles. Como en casi todos los vinos de alta calidad peninsulares, la uva más presente es el tempranillo, aunque hay otras que están muy presentes, como la macabeo o la verdejo. Los aromas destacan en ellos, lo que los hace unos de los vinos más intensos de España. Entre su variedad encontramos rosados, tintos, blancos, dulces y espumosos. Todos ellos coinciden en su suavidad y ligereza. La tierra, de escasa fertilidad y pobre materia orgánica, tiene unas propiedades perfectas para el cultivo debido a las temperaturas extremas de la zona.

Rías Baixas

Los vinos de Rías Baixas, con denominación de origen propia desde 1988, se procesan en diversas zonas de Galicia. Principalmente se trata de Soutomaior, Val do Salnés, Ribeira de Ulla, O Rosal y Condado do Tea; las características de las tierras en las que se siembran las uvas utilizadas son, fundamentalmente, las propias del clima atlántico, lo que las dota de características diferentes a las de la mayoría de vinos peninsulares. Además, a diferencia de otros vinos, la altitud a la que se siembran es menor, y no alcanza los 300 metros sobre el nivel del mar. Estos vinos son afrutados, y tienen una diferencia reseñable con respecto a los demás de esta lista: la uva más presente no es la tempranillo, sino al de tipo albariño.

Nuestra tierra es un verdadero orgullo por muchas razones, pero una de ellas es indudablemente su producción de vinos. Las características de las tierras peninsulares hacen que cada elaboración sea diferente al resto, sin perder su alta calidad. Por ello, sea cual sea la región en la que nos encontremos, no deberíamos dejar de degustar su producción vinícola local. Muchos de nuestros vinos son auténticamente exquisitos, y la prueba está en sus certificados de denominación de origen.