Si eres amante de las pizzas y te gusta cocinar todo lo que comes, te damos unos trucos para que consigas una masa de pizza deliciosa y crujiente, con esta sencilla receta. En primer lugar, hay que tener en cuenta que para elaborar masa de pizza es recomendable utilizar una harina especial que puedes encontrar en la panadería y se llama 'harina de fuerza'. Gracias a su composición se consigue una masa más esponjosa. Obviamente, la masa también puede realizarse con harina normal; los resultados son estupendos sobre todo si sustituyes parte de la harina por 20 gr de semolina, ya que tu masa quedará más crujiente.

Cómo hacer masa de pizza

Por regla general 1 y 1 / 2 tazas de harina nos da para hacer una pizza de corteza fina de unos 40 cm de diámetro. Si se quiere una corteza más gruesa entonces utilizar dos tazas de harina (para el mismo tamaño de 40 cm.). Si quieres recetas fáciles recuerda que siempre puedes consultar nuestra sección de gastronomía.

Ingredientes: 300 g de harina, 1 vaso de agua o leche, 30 g de levadura en polvo, 1/2 cucharadita de sal.

Elaboración: Se ponen unos 125 gramos de harina en una fuente, haciendo un hueco en el centro, donde se echa la levadura. A continuación, se añade un poco de agua o de leche —templada— para obtener una masa elástica.

Esta masa se espolvorea con un poco de harina, se tapa con un paño y se deja fermentar en un lugar templado, durante unos 15 o 20 minutos.

La primera fermentación finaliza cuando la masa presente grietas. Entonces, con una cuchara grande de madera se vuelve a amasar con otros 125 gramos de harina, el resto de agua o leche y la sal. Se sigue trabajando hasta que se desprenda de las paredes de la fuente, y entonces se vuelve a espolvorear con harina, cubriéndola de nuevo con un paño.

La masa se deja fermentar hasta que haya doblado su volumen.