Tras treinta años con Manuel, 'el rey de la fideuá', al frente del restaurante Can Salines, uno de los locales de referencia de Ibiza especializados en arroces y paellas, Carmela, su hija, continúa ofreciendo a los comensales la esencia de la isla en un lugar privilegiado y tranquilo rodeado de naturaleza y, como siempre, «haciendo lo que a él (su padre, fallecido hace apenas unos meses) le hubiera gustado: un sabor ibicenco mezclado con platos valencianos», asegura la ahora propietaria.

Este julio, el local, al pie del cañón desde 1989, celebra un aniversario algo agridulce debido a la ausencia de Manuel; sin embargo, su recuerdo y el amor por su trabajo perdurará por siempre en el característico e inconfundible sabor de las paellas del restaurante, un toque especial y auténtico con sabor a Valencia que ha heredado su hija y que continuará reinando en las mesas del recinto.