Todos nos hemos atragantado alguna vez, especialmente cuando comemos con prisas o si no masticamos como es debido. En el caso de los niños la cosa se complica, ya que sus vías respiratorias son más pequeñas, no tienen todos los dientes o simplemente se distraen a cada minuto.

Pero aunque eso pueda pasar con cada comida, sí que existen ciertos alimentos con los que los padres tienen que tener especial precaución a la hora de dárselos a los más pequeños de la casa.

Las nubes y caramelos

Las chucherías se utilizan muchas veces para premiar a los más pequeños cuando se portan bien. Pero debes de tener especial cuidado a la hora de dárselas, y no sólo porque tengan mucho azúcar y poco valor nutricional. Un estudio publicado en la revista Pediatrics (2013) concluyó que los caramelos duros son, junto con los perritos calientes, la principal causa de atragantamiento en niño estadounidenses.

El mismo estudio aseguraba además que las nubes o malvaviscos son otro de los alimentos más peligrosos. Pese a que muchos padres se confían por su textura blanda y suave, pero es debido a eso que se pegan más fácilmente en las vías respiratorias.

Las uvas

Los más pequeños de la casa deben de tener especial cuidado a la hora de consumir esta fruta, ya que su tamaño y textura puede obstruir las vías respiratorias. Así lo advierte la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), desde donde recuerdan que las uvas consumidas enteras (con piel y con pepitas) son la tercera causa de asfixia relacionada con la comida en menores de cinco años.

La zanahoria cruda

La SEORL-CCC también advierte de los peligros de las zanahorias. Y es que por muy recomendable que sea esta hortaliza para la dieta de los niños, hay que tener cuidado cuando están crudas. Por mucho que se mastique, la zanahoria es uno de esos alimentos que no se reblandece, pudiendo obstruir las vías respiratorias en caso de que vaya por mal sitio.

Las semillas y frutos secos

Las pipas, anacardos, almendras o nueces pueden suponer un peligro para los niños. Estos alimentos son tan duros y difíciles de masticar que es muy fácil que un trozo de tamaño considerable pase a las vías respiratorias. Además, la cosa se complica cuando los más pequeños se colocan muchos en la boca para tragarlos de una sola vez.

La Asociación Española de Pediatría (AEP) recomienda no dar frutos secos a los niños menores de tres años, aunque otros expertos amplían esa edad hasta los cinco años.

Las palomitas de maíz

Los granos duros de maíz que se quedan sin explotar en el cuenco de palomitas son una de las principales causas de asfixia en menores, según la Academia Americana de Pediatras (AAP). El peligro radica en que muchas veces los niños comen palomitas mientras ven una película y no prestan atención a las palomitas.

Las salchichas

El mismo estudio de la AAP, publicado en 2010, aseguraba que las salchichas son el alimento más peligroso para los niños. Esto se debe a que esta comida, habitual en la dieta de los más pequeños de la casa, tiene la forma y el tamaño perfecto para encajar en las vías respiratorias y bloquearlas por completo.

La carne

Este alimento, especialmente los trozos que no son tiernos y tienen nervioso o grasa, resulta difícil de masticar para los niños o para las personas con dentadura postiza. Para evitar sustos lo mejor será cortarla en trozos pequeños y masticarla bien antes de tragar.