Una de las habilidades que más envidian de los grandes cocineros quienes tienen menos experiencia es su rapidez para cortar los alimentos. Se trata de una técnica que no es fácil conseguir, pero la práctica puede hacer que cualquiera llegue a imitar los movimientos de los chefs.

Para cortar de forma rápida y uniforme cualquier alimento se deberá comenzar por elegir una superficie plana. Lo más adecuado será una tabla de madera para los vegetales y una tabla de plástico para las carnes. Será importante también escoger el cuchillo más adecuado para cada ocasión.

Una vez que ya están todos los utensilios necesarios, será importante la colocación de la mano dominante respecto al cuchillo. El dedo índice se tiene que colocar entre la parte superior y lateral del cuchillo, mientras que el resto de la mano deberá situarse en el mango.

Si el alimento es de forma ovalada como cebollas o huevos, se deberá partir por la mitad y sujetarlo con la mano no dominante. La parte plana deberá ponerse sobre la tabla y para empezar a cortar, la punta del cuchillo deberá estar hacia abajo, y se tendrán que hacer pequeños movimientos sin necesidad de levantar la punta.

Una vez que se haya realizado el primer corte longitudinal, para partirlos a lo ancho y conseguir pequeñas porciones se deberá coger el alimento en la posición opuesta y comenzar a trocear.