El cine sigue siendo un sector "fuertemente masculinizado". En 2017 las mujeres ocuparon el 24 % de los cargos frente al 76 % de hombres, lo que supone un descenso de dos puntos porcentuales respecto a 2016, cuando sumaban el 26 %, según el informe anual de la asociación de mujeres cineastas CIMA.

La muestra analizada incluye los largometrajes postulados a las nominaciones de los Premios Goya de ese año, un total de 131: 80 de ficción, 3 de animación y 48 documentales.

El informe, presentado hoy en el marco del Festival de Cine de San Sebastián, desvela que siete de las áreas estudiadas están dominadas por los hombres y sólo dos por las mujeres: diseño de vestuario (86 %) y maquillaje y peluquería (72 %), tareas "típicamente femeninas según la división sexual del trabajo".

En producción los hombres ocupan el 74 % de los puestos; en dirección el 88 % (el porcentaje sube al 91 % al hablar sólo de largometrajes de ficción); en guion el 87 %; en composición musical el 96 %; en dirección de fotografía el 93 %; en montaje el 80 %; responsable de sonido el 93 %; y efectos especiales el 99 %.

Solo en las categorías de producción y de responsable de sonido la presencia femenina ha subido ligeramente.

Desde un punto de vista de segregación vertical, el 80 % de los puestos de influencia los ocuparon hombres. "A medida que se asciende en los grupos de poder, la presencia de la mujer disminuye", indica la autora del informe, la investigadora Sara Cuenca.

El género masculinizado por excelencia es la animación, con solo un 10 % de mujeres, y solamente en los cargos de producción (16 %) y dirección de producción (33 %).

Por otro lado, se detecta que comienza a aumentar la presencia de hombres en los cargos altamente feminizados, mientras que los cargos masculinizados se están masculinizando aún más sin permitir la inserción de mujeres.

La presentación del informe ha coincido con la firma por parte del Festival de Cine de San Sebastián de la Carta por la Paridad y la Inclusión de las Mujeres en el Cine, un acto presidido por el director del Zinemaldia, José Luis Rebordinos; la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Igualdad, Carmen Calvo; el ministro de Cultura y Deporte, José Guirao, y el alcalde de la ciudad, Eneko Goia.

Se trata de una iniciativa que fue presentada públicamente en la pasada edición del Festival de Cannes por el colectivo 5050x2020, refrendada por la entonces presidenta del Jurado Cate Blanchet y una amplia representación de las mujeres que acudieron al certamen.

CIMA, que apoyó la iniciativa, ha promovido ahora que el Festival de San Sebastián firme sus puntos básicos y se comprometa a su cumplimiento, lo que pasa por elaborar estadísticas de género y hacer públicos los datos anualmente.

Rebordinos ha recordado que "el festival ya tiene una mirada femenina importante", y que de una plantilla de 34 personas fijas, 28 son mujeres, una mayoría que se repite en la dirección de departamentos y en los comités de selección.

Al mismo tiempo, ha lamentado que de las 18 películas en competición en la sección oficial, sólo cinco están dirigidas por mujeres. "Hay gente que nos felicita por ello, pero es demencial, no es para estar orgullosos", ha subrayado.

La vicepresidenta del Gobierno ha recordado que "la igualdad es el epicentro de la democracia" y que "no hay democracia si la mitad de la población tiene más dificultades, menos oportunidades, menos calidad en sus derechos y libertades restringidas".

Según Calvo, el cine y las artes audiovisuales conforman un espacio simbólico y colectivo de imágenes y valores, desde donde se cuenta la vida. "Cuando las mujeres estamos infrarrepresentadas o competimos con más dificultades, no estamos retratando la vida real", ha dicho.

En relación con el informe de CIMA de 2017, la vicepresidenta de la asociación, Virginia Yagüe, ha lamentado que "vamos hacia atrás" y ha recordado que "no nos podemos permitir la pobreza del cine con solo una mirada".

En declaraciones a los medios al finalizar el acto, Yagüe y la presidenta de CIMA Cristina Andreu, han explicado que han presentado al ministro de Cultura "un plan de acción integral" para equilibrar la presencia femenina en el cine.

Tomando como referencia medidas adoptadas en Francia o Suecia, ese plan, a cinco años, incluye propuestas como crear un fondo de ayudas específico para las películas dirigidas por mujeres o elevar el límite de ayudas/desgravaciones que puede recibir una película del 50 al 70 % en caso de "colectivos vulnerables" como el de las mujeres.