El británico Mike Leigh bucea en el pasado de su país en "Peterloo" y el francés David Oelhoffen en el presente del suyo en "Frères Ennemis", dos propuestas que no convencieron hoy en Venecia, donde compiten por el León de Oro.

Por un lado, Leigh lleva al cine la masacre de Peterloo, ocurrida en 1819 en Manchester al cargar las fuerzas gubernamentales contra manifestantes prodemocracia, un hecho con el que el realizador ha querido provocar una reflexión sobre el mundo de hoy.

"Creo que es importante que el filme se entienda como un modo de pensar en nuestro mundo del siglo XXI", sobre "la cuestión de la democracia, de la voz del pueblo, de la fuerza terrible de la gente que tiene poder frente a la gente que no lo tiene, todo esto es lo que me interesaba", explicó Leigh en rueda de prensa.

"Hay millones de personas desplazadas en el mundo, refugiados que se mueven por todas partes sin casas, que pierden sus mundos a causa de las represiones políticos", algo que en su opinión está relacionado con lo que cuenta su filme, el nacimiento de la democracia moderna en un contexto europeo.

Es un filme lleno de larguísimos discursos políticos, que comienza con la derrota de Napoleón en la batalla de Waterloo, y que prepara con mucha calma al espectador para llevarle hasta esa gran manifestación de Manchester en la que los ciudadanos defendían la instauración de la democracia.

Y en el que Leigh, como es habitual en su cine, muestra las diferentes opiniones y las diferentes capas de cada personaje. "Nunca he hecho un filme en términos de un mundo que es blanco y negro. Siempre dejo cosas sobre las que pensar y este filme no es una excepción, aunque es claramente una mirada a la máquina política de hoy a su nivel más fundamental".

Con el 200 aniversario de la batalla cerca -se cumple en 2019- el realizador cree que era un buen momento para contar lo que ocurrió aunque aseguró que el motivo de realizarlo no tiene nada que ver con la nostalgia. Se trataba, aseguró, de hablar de la gente y de sus necesidades, de mostrar a personajes tridimensionales sobre los que investigaron mucho para contar cómo vivían, vestían o hablaban.

Con este filme, Leigh aspira a un León de Oro que ya se llevó en 2004 por "Vera Drake", premio por el que también lucha el francés David Oelhoffen, que presentó "Frères Ennemis", que cuenta una historia clásica del cine y que, al igual que la película del británico, no levantó grandes pasiones en Venecia.

Matthias Schoenaerts y Reda Kateb interpretan a dos hombres que se criaron juntos y que ya en su edad adulta están en lados opuestos, el primero es un criminal y el segundo un policía.

"Creo que es más un drama, una tragedia, que un thriller, en el sentido de que lo que más me interesó fue la construcción de los personajes, su singularidad, eso es lo que da la atmósfera de drama, de tragedia", afirmó el realizador en rueda de prensa.

Para Schoenaerts su personaje, Manuel, siente que está al final de su vida, "está lleno de desesperación", pero al mismo tiempo se debate por la lealtad que siente por Driss (Kateb).

"La lealtad es algo por lo que puedes morir, creo que es una de las cosas más maravillosas que se puede dar a un ser humano, es la forma más elevada de amor", afirmó el actor. Porque el filme, como señalaron el director y los dos actores protagonistas, se centra en las relaciones humanas y refleja de esta forma la actual sociedad francesa.

"No estábamos preocupados por hacer una película de género, sino por contar la vida de individuos en diferentes contextos, estábamos centrados en el aspecto humano, queríamos ofrecer una perspectiva de 360 grados de los personajes", agregó Schoenaerts.