Co-dirigida por Jonathan Goldstein y John Francis Daley, 'Noche de juegos' es una hilarante comedia que parte de la premisa de reunir a un grupo de amigos en una casa para participar en un juego que luego adquiere dimensiones inesperadas.

Jason Bateman da vida a Max y Rachel McAdams a Annie, formando un matrimonio muy competitivo que disfruta organizando estas noches de juegos. El problema es cuando secuestran al hermano de Max y todos piensan que es parte del juego...

-El concepto de una noche de juegos es genial para una comedia.

-Sí, la verdad es que la idea me atrajo de inmediato. Y aunque no todo el mundo quede habitualmente para jugar a algo, todos entendemos lo que significa reunir a un grupo de amigos en una casa y llevar a cabo algún tipo de actividad.

-Pero aquí todo se descontrola...

-Sí, porque el dueño de la casa es secuestrado y no sabemos si eso es parte o no del juego que había planeado.

-¿Tú has tenido noches de juegos con amigos?

-Pues sí, normalmente es algo que haces entre esos años que van desde que dejas de ir a bares y empiezas a tener hijos.

-¿Y a qué jugabas?

-Charades, Pictionary, Murder Mistery... ¡Y luego recuerdo uno con vampiros que también era bastante divertido! Lo pasamos bien.

-Tienes muy buena química con Rachel McAdams en pantalla, que da vida a tu mujer.

-Es fácil tener química con Rachel, porque es tan dulce y profesional. ¡Y tiene tanto talento! Es canadiense, ¿y quién no se lleva bien con canadienses?

-Y luego también tiene gracia la relación con tu hermano, interpretado por Kyle Chandler.

-En efecto, Kyle es mi hermano mayor que siempre me gana en todo, lo que saca a mi personaje de quicio.

-Con tantas personas tan divertidas, ¿cómo era el ambiente durante el rodaje?

-¡Muy divertido! Creo que todo el mundo encajaba bien en su papel y se lo pasó bien. Y me gustó que nadie se tomaba a sí mismo demasiado en serio. Además, los directores lo remataron logrando mantener ese buen ambiente durante todo el rodaje, mientras los demás hacíamos el ridículo.

-No es habitual trabajar con una pareja de directores. ¿Cómo se organizaban entre ellos?

-La verdad es que se complementaban bien, porque uno de ellos igual se ocupaba más de la cámara, mientras el otro estaba con los actores. Estaban muy preparados y compartieron sus obligaciones muy bien, permitiendo también que pudiéramos aportar ideas e incluso improvisar.