Desde hace 25 años, la familia con la que pasa Navidad es su público; su comedor, el escenario. Dice que, de esta manera, se ahorra alguna «digestión pesada o alguna resaca». La gente, fiel, no le ha fallado ningún año. Agustín Martínez, más conocido como 'El Casta', el humorista más conocido del panorama mallorquín, presenta cada año un espectáculo especial de Navidad, que desde hace 15 representa en el Auditorium de Palma, y que este año lleva al Cine municipal de Formentera (mañana sábado, 18.30 y 20.30 horas). Las entradas están agotadas

¿Cuáles son las novedades de su espectáculo de Navidad de este año, 'Ocho apellidos mallorquines'?

El título hace referencia a los ocho apellidos de Lorenzo Llamas. Es una mezcla de diferentes números de repertorio. La clave de esto está en la película que hemos rodado con el cineasta Marcos Cabotá sobre Llamas, que aún no está lista. De cara al espectáculo de Navidad, podríamos decir que dos son nuevos para el público, porque aunque se hayan estrenado no los ha visto mucha gente. Todo está relacionado. Y habrá las intervenciones de otros personajes, a nivel audiovisual. De la producción musical se ha encargado el músico Toni Noguera.

¿Quiénes y cómo son los mallorquines?

Es toda aquella gente que vive en Mallorca. Y son muy buena gente. Me han venido a ver cada Navidad desde hace 23 años, son el mejor público. Yo nunca he querido irme de Mallorca porque creo que es el mejor lugar para vivir y para estar. Sus gentes son lo mejor. Esta ha sido mi apuesta y estoy muy contento y orgulloso de que haya sido así. De Mallorca me atrapa todo: costumbres, gastronomía, música, el espíritu. Y lo extiendo a las Balears.

¿Usted cree que existe una identidad balear?

Cada vez que voy a Eivissa o Menorca el público responde igual que el mallorquín, me tienen como algo suyo y me gusta decirlo. Aunque haya diferencias, sí que creo que existe una identidad balear, hay cosas que nos unen más allá del Govern? también las aerolíneas, IB3 y yo. Y el mar. Aquí antes se decía que el mundo se dividía en dos: Mallorca y lo que estaba más allá de la isla. Pero lo primero que te encuentras cuando sales de Mallorca es Eivissa, Menorca y Formentera. La península viene luego.

Lleva 27 años retratando la sociedad de la isla, algo que implica observación. ¿Han cambiado mucho las dinámicas sociales?

Sí, por supuesto. Pero no solo en Mallorca, sino en general. Yo ya tengo una edad solemne, son muchos años, se ha dado la vuelta a todo, sobre todo desde que estalló la globalización. Con internet, las redes sociales? Todo ha cambiado. Por ejemplo, ahora que estamos en Navidad y que todo parece que tiene que ser muy familiar, las relaciones y estructuras familiares han cambiado mucho; y también las relaciones entre las personas. Las redes sociales han afectado mucho. La gente joven, y el otro día lo comentaba con el alcalde de Palma, José Hila, ya no sale tanto como salíamos nosotros, porque su manera de relacionarse es a través de una pantalla. Y hay otro punto: la morfología de la ciudad ha cambiado, puesto que ya no hay tantos lugares y espacios donde la gente se encontraba, porque muchos han desaparecido.

¿De qué les gusta presumir más a los mallorquines?

De Mallorca en general, de tot lo nostro, el paisaje. Si es que somos la gente que ha tenido la mejor suerte del mundo, vivir en esta isla.

¿Cree que el mallorquín es racista y xenófobo?

Hay de todo en todas partes, y gente mala también tenemos. Yo pienso que los mallorquines son muy generosos, siempre que les respeten.

¿Nunca ha pensado en abandonar Mallorca, como hacen muchos jóvenes hoy en día?

Yo amo tanto Mallorca que he rechazado ofertas de trabajo muy interesantes. No he querido nunca salir de aquí, y he dedicado mi vida y mi carrera a la isla, y por extensión a Balears.

¿No cambiaría nada de la isla?

Por supuesto que sí, sí. A veces somos un desastre, creo que muchas veces trabajamos mal y no hacemos las cosas todo lo bien que podríamos hacerlas. Para empezar, cambiaría esta sensación que empezamos a tener de que estamos confrontados todo el tiempo, y la culpa de esto la tiene la política. A veces digo que no somos nada prácticos, y creo realmente que a veces falta cariño en las cosas que hacemos, y aquí incluyo, arquitectos, diseñadores de carreteras y decoradores.

Usted se pasa la Navidad encima del escenario. ¿Qué hace cuando no está ahí?

Descansar. Suelo comer un día con la familia, pero poca cosa más. Mi Navidad es con mi público, que es algo fantástico.

¿Cuáles son sus deseos de Año Nuevo?

En lo personal, si el año nuevo es igual que el pasado, ya me conformaría. No pido nada más. Y para la gente pido que se rebaje la tensión. Veo mucha agrura, hay hilos que se están moviendo desde no sé dónde que nos están confrontando. Pido un poco de relajación y que dejemos de tirarnos piedras entre nosotros y que vuelva el respeto y las buenas formas.

¿Cuáles son los ocho apellidos mallorquines de Lorenzo Llamas?

Llamas Picó Ramis Horrach Aguiló Bennàssar Llabrés Capó. Como coletilla diré que el apellido que tienen ahora mismo más mallorquines es García. En la lista de los apellidos más comunes en Mallorca, el primero que podríamos decir que es puro mallorquín está en el puesto número seis. Meterte en este tema es un avispero, porque hay gente muy sensible con este tema. Yo soy una figura sobre todo integradora, pero soy un humorista y me río de todo. Eso sí: todo lo que hago lo hago con cariño.