«Hay tantas todos los años que no las probamos todas», dice entre risas Miguel Ángel Serra, uno de los miembros de la organización de la Feria de la Cerveza de Ibiza, que se celebra en el Recinto Ferial. De esta premisa parte todos los años esta fiesta cervecera, aunque en esta edición, la duodécima, han roto récords. 215 variedades de cerveza se podrán probar este fin de semana en Ibiza, el mayor número desde que comenzara a celebrarse este festival en 2008 y una cifra que la posiciona como una de las grandes del país.

«Trabajar con todos los distribuidores, hace que haya una gran variedad», comenta Serra, que añade que colaboran con representantes nacionales e internacionales. Así, llegan de toda España, pero también de otros países. Y si uno destaca, ese es Bélgica. Este estado es una de las mecas de esta bebida y uno de los que más tradición cervecera tiene. «Tratan la cerveza como hacemos en Ibiza con el vi pagès», asegura Miguel Ángel Serra. El organizador explica que, en muchos casos, la cerveza belga se vende como si fuera vino, en botella grande y con tapón de corcho. País en el que prima la fabricación artesanal y la experimentación. De esta forma, a Ibiza llegarán variedades como la tostada 1830; la Paix Dieu, que solo se elabora una vez al mes, cuando hay luna llena; La Binchoise, conocida como la cerveza de los osos, porque se prepara con miel; o la Cookie Beer, con sabor a spéculoos, una típica galleta belga. Precisamente, las cervezas con sabores son de las que más llaman la atención explica Serra: «Algunas saben a pera o a fresa y aunque parecen un refresco, están bien para las personas a las que no les gusta demasiado la cerveza».

Más allá de las cervezas belgas, hay de otros países, como las estadounidenses Brewdog Elvis Juice, ácida por la piel de pomelo que contiene, y Brewdog Zombie Cake, en la que se mezcla el sabor del tofe y el chocolate, o las lagers Bali Hai de Indonesia y la Foster de Australia. También hay bebidas de Alemania, México o Japón, entre otros.

Pero no todas vienen de tan lejos, ya que las ibicencas Isleña e Ibosim estarán presentes en la Feria de la Cerveza. Eso sí, en el caso de Ibosim, Serra asevera que es una marca que trabaja con el concepto de producción de Bélgica. «Sacan ediciones limitadas para un determinado momento y solo se comercializan en este. Por eso experimentan mucho», expone el organizador sobre Ibosim, que cuenta con cervezas con notas de mango y maracuyá o algarrobas.

No obstante, también habrá espacio para los clásicos. Más allá de las cervezas artesanales o de sabores, en la feria se pueden encontrar marcas como Mahou o San Miguel dentro de esta multiplicidad de cervezas negras, rojas, rubias o para celíacos. Sin embargo, Miguel Ángel Serra considera que el objetivo de la muestra es arriesgar: «Probar algo diferente, algo que no se encuentra en el bar».

Más allá de degustar

Probar cervezas no será lo único. Estas irán acompañadas de comida que se podrá conseguir en cualquiera de los siete estands instalados en la feria. Jamón, sushi o dulces son algunas de las propuestas gastronómicas, aunque el plato fuerte será el arroz de matanzas del domingo. Gran comida popular a las 12.30 horas que costará 8 euros por persona, con entrada anticipada, o 10, si se compra en taquilla el mismo día.

Precisamente, el domingo se podrá ir a mediodía por primera vez, ya sea a comer o a ver la concentración de más de 100 vespas, en el marco de 'Sargantanas Vespas Meeting'. Más tarde, a partir de las 16 horas tendrá lugar un concierto acústico de música de los 80 y 90, a cargo de Iván Doménech, Joan Barbé y Chris Martos, además de un taller de elaboración de cerveza artesanal para el que ya no hay plazas. Los asistentes aprenderán a fabricarla y en uno o dos meses podrán probarla. «Aquí se puede aprender y si alguien tuviera en mente dedicarse al mundo de la cerveza, ojalá den los primeros pasos con nosotros», comenta Serra, a favor de que aparezcan más microcervecerías en Ibiza.

No obstante, la 12º Feria de la Cerveza de Ibiza empieza el viernes a las 19 horas, hora de entrada del sábado también, con una actuación de ball pagès de la Colla de Sa Bodega y conciertos hasta la medianoche. Tres días en los que se espera superar los 10.000 asistentes según la organización, gracias a la ampliación de horarios del domingo y a la celebración en la isla de la IMB de ciclismo y la Vuelta Nacional de Escúter. Además, Serra destaca que el perfil del turista de octubre es mucho mejor para la feria que el de los meses de julio y agosto. «Cuanto más alejado de la temporada mejor», aseguró el organizador del festival, destinado a un público más adulto y más después de restringir esta edición el acceso a menores de edad para cumplir una ordenanza del Ayuntamiento de Ibiza.

Un evento que, como todos los años, tendrá una vertiente solidaria. La ONG invitada esta duodécima edición será la Asociación Ibiza y Formentera Contra el Cáncer, que contará con su estand en el que recaudarán fondos con la venta de postres, de su Lotería de Navidad y con la rifa de una bicicleta de montaña donada por Eventos Musicales, empresa organizadora de la Feria de la Cerveza de Ibiza.