Cincuenta años viviendo, trabajando y haciendo cuero en Ibiza. Eso celebra el maestro artesano Selim con 'Antigüedades del mañana', la muestra que inaugura hoy, a las 20 horas, en el Club Diario de Ibiza y en la que expone «piezas únicas» de su colección personal, creadas entre 1975 y 2017. «Esto es lo que yo he podido apartar en 50 años de trabajo», resalta y agrega que, dado que «mucha gente en Eivissa» sabe de su labor pero no ha podido verla nunca, ha querido mostrarla. «Me he dicho: 'Antes de que me vaya de aquí, que vean lo que hecho, diferentes épocas y estilos», apostilla.

El suyo es un trabajo que él mismo define como artesanía aunque, afirma, hay quien dice que es arte. Y es que su obra «es funcional». «A pesar de que pueda tener una función estética o artística, básicamente es una función práctica, que eso es la artesanía», comenta. Y es, además, artesanía que «va más allá de la tradicional». «Es de investigación», apostilla sobre el trabajo que hay detrás de cada creación, de las que destaca que son únicas: «Nunca he repetido piezas».

La más antigua de las que se presentan es un sillón rodeado de una escultura que hizo en 1975 íntegramente de cuero, hasta las costuras. «Yo entonces trabajaba exclusivamente con material de cuero, cosía con cuero, todo era cuero», cuenta mientras descubre la pieza que, explica, ha viajado mucho: «Ha estado cinco años por Europa, en museos». A diferencia del resto, ésta no es de su colección; la hizo para una persona que vive en la isla, que se la cede cuando desea exponerla y que estará en la inauguración.

Entre esta creación y las más recientes, hay ligeros cambios. El primero, la introducción del hilo de nailon para reducir la costuras, así como las técnicas. «Las piezas más modernas tienen otro tratamiento, pero también es cuero», comenta, y muestra «'Sa majora', la escultura que evoca a una señora mayor ibicenca sentada, que es una caja».

Las cajas de animales

Precisamente las cajas constituyen el grueso de esta exposición. Sobre ellas Selim destaca que tienen que estar «bien hechas, pues si no cierran, no son cajas». «Y todo eso es un doble desafío para quien trabaja. Y en ese doble desafío es donde me he movido», apunta en referencia a la parte artística y la funcional de cada una.

Entre ellas hay una tortuga que en realidad es «una mezcla de muchas», cuyo caparazón se descubre para mostrar la caja. También un cocodrilo de inspiración egipcia sobre una caja que parece madera pero que detrás tiene «horas y horas de trabajo, paciencia y exactitud» para dar forma al cuero. O un águila de tamaño casi natural sobre una base de madera pues «si no, sería más inestable», que nunca ha salido de su casa, que empezó a hacer en septiembre de 1999 y terminó en mayo del año siguiente. «Son horas y horas, semanas y semanas, meses y meses. Es un trabajo un poco monacal, hasta cierto punto», comenta en cuanto a la dedicación y puntualiza que es tiempo dedicado a una sola obra. «Una vez que te metes en una pieza, no puedes hacer otra», añade.

En la exposición -formada por «16 o 17 piezas»- también hay lugar para sus cascos, con un ejemplar. «Hacer esto es un desafío, es totalmente cuero», afirma y detalla que hacer uno solo supone «unas 350 horas de trabajo». A las que se suma todo el tiempo invertido para aprender a hacerlos: «Los primeros prototipos me llevaron cinco o seis años», cuenta.

Para Selim cada vez que empieza una pieza «es una aventura, no se sabe cómo acabará» y es «el oficio» lo que le lleva a ir evolucionando. En su experiencia, la principal dificultad para trabajar el cuero es que «hay que desarrollar la paciencia», lo que supone «apartarse un poco de la sociedad, que es muy acelerada». En este tiempo, nunca se ha quedado con ganas de hacer algo, si bien reconoce que con el paso de los años, «los ojos ya no son los mismos, y las manos tampoco, y son elementos sin los que no se puede hacer nada».

Él cree que «mañana» no habrá artesanos «de este estilo» -«gente tan loca como yo no creo que haya mucha», afirma- y que tampoco se utilizará el cuero, con el que él está tan «compenetrado» -«hoy los materiales modernos permiten hacer bolsos o cinturones sin matar un animal»-. De ahí, el título de la exposición.