Las Pitiusas y las islas de Japón tienen más en común de lo que podría parecer a simple vista. De eso está convencida la fotógrafa Patricia Escriche (Ibiza, 1983) y así lo ha querido reflejar en 'Archipiélago', la primera exposición que realiza en su tierra natal. En esta muestra, que se inaugura hoy a las 20 horas en el Club Diario de Ibiza, la artista ha unido en el mismo espacio dos series distintas, la de 'Ingrávida', con imágenes captadas en su mayoría en las Pitiusas, y la de 'Peces voladores', integrada casi en su totalidad por instantáneas captadas en Japón. «Mi intención era unir estos dos mundos y culturas para mostrar que no son tan distintos», explica la fotógrafa, que reside y trabaja en Berlín. Escriche asegura tener «la sensación profunda de que las Pitiusas y Japón comparten mucho por el simple hecho de ser islas y estar rodeados de mar».

La «atracción» que la artista siente por el mar pitiuso es comparable a la fascinación que le provocan los paisajes de Japón. Ha viajado en tres ocasiones al país oriental y ha recorrido cuatro de sus islas principales: Honshu, Kyushu, Shikoku y Hokkaido. De estas visitas surge 'Peces voladores', en la que retrata, sobre todo, el Japón más rural. De esta serie, Escriche destaca una imagen en la que aparece una chica japonesa contemplando el mar. No está tomada en el país oriental sino en Ibiza, en sa Punta, por lo que ejemplifica muy bien, según sus propias palabras, la idea de su autora de unir estos dos mundos en un mismo espacio. En 'Ingrávida' lo que más retrata es la naturaleza de las Pitiusas, «sobre todo el mar».

Las 31 imágenes que componen 'Archipiélago' son en blanco y negro y analógicas. Cada una de ellas encierra una historia y es fruto de la necesidad de su autora de captar una atmósfera y un momento concreto. Como remarca, lo que le motiva para captar una imagen no es un concepto o una idea. Trabaja de forma «intuitiva».

De la foto digital a la analógica

De la foto digital a la analógica

Aunque durante un tiempo, recuerda, cargaba al hombro con dos cámaras, una analógica y otra digital, siente predilección por las primeras. Le gusta el grano que aporta la fotografía analógica y el proceso del revelado, que siempre «deja la puerta abierta a sorpresas». Emplear una cámara analógica, dice, «te hace ser más consciente y estar más presente a la hora de hacer fotos».

Escriche estudió Derecho en Barcelona y en 2006 se mudó a Berlín. Allí trabajó durante siete años en un despacho de abogados español-alemán hasta que hace seis años decidió dedicarse por entero a la fotografía. Su primera exposición, 'Desvelos', fue en Berlín. Desde entonces ha mostrado sus trabajos regularmente en Alemania y en Francia. Ahora lo hace, por primera vez, en su isla, lo que convierte a 'Archipiélago' en una muestra muy «especial» para Escriche. La exposición se podrá visitar hasta el 19 de septiembre, de lunes a viernes, de 19 a 21 horas.