Hay pinturas, dibujos, obra gráfica, fotografías y esculturas, pero lo que exponen Josep Vallribera y Carles Fabregat desde este viernes, a las 20 horas, en el espacio Walter Benjamin de sa Punta des Molí de Sant Antoni son sus «mentalidades». «La cuestión aquí no es que hagamos una exposición. Hacemos una exposición de nuestras mentalidades. Funciona. Nos entendemos. Y lo que salga después de todo esto es pura casualidad», expresa Vallribera con un punto filosófico. «El artista es artista antes de empezar a pintar y una vez entendido esto ya podemos hacer una exposición juntos», remata.

Vallribera y Fabregat tienen muchos puntos en común: son catalanes de nacimiento e ibicencos de adopción/elección, a los dos les tira emplear diferentes formas de expresión y ambos han estado a los dos lados de la trinchera del arte, como creadores y como promotores y galeristas, algo que a Vallribera la gusta destacar.

Se conocieron cuando Fabregat era director de Can Ventosa, el centro de cultura de Vila, y Vallribera le pidió el auditorio para llevar a cabo una performance artística que representaba una batalla entre la poesía y la música, junto a sus compañeros habituales Paz Caplin y Pauline Amos. «Vinieron doce personas -recuerda Vallribera-, pero ahí nació una amistad que se ha mantenido hasta ahora».

«Fabregat es un art total», define Vallribera, que destaca precisamente que ambos se han tenido que currar su nombre como artistas tras haber regentado galerías: «El arte es una manera de pensar que se puede dar desde diferentes formas y me parece de falta de conocimiento, y me molesta, que se piense que alguien que es promotor de arte no puede ser artista».

Fabregat, por su parte, destaca la pasión que pone en el arte el que es su compañero en esta muestra: «Josep -dice- te pone la presión de revisar el lenguaje constantemente. Con él no existe el 'me gusta', 'es bonito', 'es bello', 'es bueno' o incluso el 'es interesante'. Él te oblicga a pensar siempre cómo miras la obra de arte». «Mi próxima obra -interrumpe Vallribera para reforzar el argumento de Fabregat- van a ser una plaquetas con unos neones que pongan 'Cuando vayáis a una exposición dejad el gusto colgado en el guardarropa'».

Obra variada

En el caso de Fabregat, esa fusión de mentalidades se concretará en una nueva colección de cabezas o rostros sobre papel, en los que se diluyen las líneas entre lo abstracto y lo figurativo y entre la pintura y el dibujo, además de un solo lienzo.

Por su parte, Vallribera expondrá una serie de fotografías de los viejos llaüts de sus «amigos de Sant Antoni», que son, dice, «una parte fundamental de la historia de la bahía, que han sido pesca, turismo, transporte, recreo...». La colección cuenta con una introducción del propio Fabregat y del profesor Marià Torres. Además exhibirá algunas xilografías y pinturas y dos esculturas de cabezas, que son el nexo entre las obras de los dos.

La muestra completa este 'junio Vallribera', que comenzó con la propuesta 'Rèquiem per Velimir Khlébnikov', en la Sala Refectori del Ayuntamiento de Eivissa, en la que participan, además de Josep Vallribera, Hildegund Jenninger, Paz Caplin, Pauline Amos y Bonet Vallribera. Además de la exposición de Bonet Vallribera, sobrino de Josep, en la sala Garden Art Gallery de Sant Josep.

Precisamente Paz Caplin y Pauline Amos animarán la inauguración de mañana en sa Punta des Molí con una performance homenaje a los llaüts y las cabezas. Esta vez esperan a más de doce personas.