Cuarenta años después de la publicación de 'Alameda', el mítico grupo de rock andaluz sigue recorriendo los escenarios. Este sábado visitará por primera vez Sant Antoni para participar en el XVI guateque 'Anem de palanca', que organiza la asociación músico cultural Retro. Será a partir de las 21 horas en la carpa del paseo, junto a Contraband y el dj Pepe Pilot. Nacido en Huelva en 1948, este músico de formación clásica lleva cuatro décadas al frente de Alameda.

En el guateque en el que actúan el sábado han tocado ya Triana y Medina Azahara ¿se cierra la Santísima Trinidad del rock andaluz?

[Risas] Hay más grupos, aunque sí puede que seamos los más conocidos. Hay otros muy buenos pero que han tenido menos repercusión por ser instrumentales, como Guadalquivir o Cai.

¿Hay pique entre los tres?

Noooo. Tenemos una relación muy cordial. Hemos tocado muchas veces juntos. Mis mejores amigos son los compañeros y excompañeros de los grupos. Son muchas horas juntos.

Triana tiraba más a la psicodelia, Medina Azahara al rock duro y Alameda apostó por el folk...

Creo que nuestras influencias son más amplias. Del flamenco, la música nacionalista española de Falla o Albéniz y también algo de copla bien entendida. Además todos los músicos procedíamos del jazz rock y también hay mucho de eso.

¿Cuando grabaron 'Aires de la Alameda' imaginaba que cuatro décadas después seguiría sobre el escenario?

Ni pensarlo. Yo tenía unas expectativas de vida ruinosas. Me eduqué de forma muy cristiana, tenía eso metido en la cabeza y pensaba que moriría a los 33 años, como Jesús. Y resulta que sigo dando la lata. Cuando llegas a esta edad con un grupo hay muchos que te quieren aparcar, echarte a un lado, pero ahí esta tu voluntad para seguir haciendo lo que quieres hacer.

Algunas canciones del rock andaluz podrían ser hoy el himno de Andalucía...

Creo que el gran himno del rock andaluz es 'Tu Frialdad', de Triana, con ese tarareo tan bonito. Nosotros también tenemos alguna. Ahora vamos a estrenar una canción que se llama 'Mi identidad' que también podría ser un himno. Vamos a grabar un concierto de rock andaluz sinfónico con la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla y con Jesús de la Rosa [el malogrado cantante de Triana], que era un gran amigo, cantando conmigo desde una pantalla.

Así que sigue buscando el himno. ¿Hace falta una canción para trascender, ese éxito definitivo?

Depende de cada cual. Si yo hubiera sabido hacer una 'Macarena' igual ya estaba retirado y con una vida más lujosa [risas]. No, en este mundo ante todo hay que ser honesto con uno mismo y con la música. La verdad es que me hubiera gustado componer como Beethoven, o con la sutileza de Erik Satie... Si vas a por la 'Macarena' a veces tienes que pagar un precio muy alto.

Suena casi a pacto con el diablo. Usted siempre ha dicho que lo que definía al rock andaluz de los inicios era la libertad...

Ha sido un camino sin retorno. Cuando empezamos, que éramos muy jóvenes, cantar rock en castellano estaba mal visto. Y entre todos conseguimos romper ese tabú. Empezamos a volver la vista hacia nuestra cultura y comprendimos que ese era el espejo en el que teníamos que mirarnos. De todas formas sigo buscando y descubriendo cosas. Ahora con internet lo tenemos muy fácil. Las nuevas tecnologías han acabado con una parte de la industria discográfica, pero también han abierto nuevos caminos.

Le voy a poner en un aprieto, dígame de forma telegráfica cómo ha cambiado Andalucía en estos 40 años.

Uf, mucho. Pero casi ha cambiado más en el último mes y medio y está por ver en qué sentido. Aunque el cambio en Andalucía era necesario e inaplazable y eso te lo reconocen hasta muchos votantes del PSOE.

Y el cambio viene de la mano de la ultraderecha, que ha entrado en el Parlamento andaluz...

En la noche electoral había gente muy feliz, pero yo estaba acojonado. Porque yo viví la dictadura. Después de tantos años y tanta lucha por los derechos me da escalofríos que en Andalucía volvamos a mensajes odiosos y fuera del tiempo.