Festivo. Navideño. Lúdico. Con un toque tradicional. Pero, sobre todo, festivo. Así será el concierto de la Orquestra Simfònica de les Illes Balears que servirá para cerrar los actos del 125 aniversario de Diario de Ibiza. «Es un concierto de celebración», insiste el director de la formación, Pablo Mielgo, que destaca que la intención de la orquesta, al planificar el repertorio, ha sido montar un concierto con el que cualquier persona pueda disfrutar. «Temas muy conocidos», indica. De esos que la mayoría ha escuchado, que conoce bien, incluso, y que es inevitable tararear. Por lo bajini, obviamente.

Mielgo detalla que el recital, que se celebra el viernes a las ocho de la tarde en la iglesia del Convent, en Dalt Vila, constará de dos partes. Una primera mitad es «la más tradicional». En ella sonarán algunas oberturas ampliamente conocidas, como la de 'Las bodas de Fígaro', de Mozart, o la de 'Guillermo Tell', de Rossini, así como alguna de las más populares de las compuestas por Haydn. En esta primera parte los músicos de la orquesta balear también interpretarán piezas de alguna zarzuela, como 'La boda de Luis Alonso'.

«La segunda parte es más moderna», adelanta el director, que ya aventura que, seguramente, será la parte que más guste a los cinéfilos y a los niños. En ella ha incluido algunos de los temas de 'El mago de Oz' y 'Sonrisas y lágrimas'. «Habrá algún gesto navideño, con temas bien conocidos de fiesta», continúa el músico, que recuerda que ésta no será la primera vez que la formación actúe en El Convent. «No hay muchos espacios en la isla en los que quepamos», justifica antes de detallar que hasta Eivissa, para el concierto del viernes, cuya entrada es gratuita, se desplazarán «entre 55 y 60 músicos».

A Mielgo y a sus músicos les gusta este espacio. «Tiene una acústica reverberante que ayuda mucho al discurso musical. En ese sentido, nos sentimos muy a gusto», afirma el director, que detalla que, en este momento, la orquesta carece de músicos ibicencos. Está convencido de que esta situación no se prolongará mucho tiempo: «Tenemos músicos mallorquines y menorquines. Y sé que en las Pitiüses hay una generación de muy buenos músicos. Extraordinarios. Ahora y en las futuras generaciones». De hecho, el director confía en que algunos de estos profesionales de la música de Eivissa y Formentera se incorporen a la formación en los próximos años, ya que están previstas algunas jubilaciones.

En estos momentos, el músico más joven de la Orquestra Simfònica de les Illes Balears tiene 25 años y el más mayor, 65. «Como muchos oficios, éste es muy pasional y vocacional. A pesar de eso, después de 40 años es normal tener ganas de descansar. A veces, desde fuera, sólo se ve la parte lúdica, pero hay una artesanía muy esclava en esto, quita muchas horas», confiesa Mielgo, que indica que cada uno de los músicos de la formación que dirige dedica, al día, «entre cinco y seis horas» a su trabajo. Más si el repertorio del momento es especialmente complicado. Y eso sin contar todo el tiempo que destinen cada día al mantenimiento de sus instrumentos.

Y al suyo propio. Un músico tiene que estar en forma, asegura el director. «Hay un trabajo físico, hay que estar fuerte, tener unas condiciones», reflexiona. Pone, como ejemplo, los instrumentos de cuerda: «Son muy demandantes». Un violín, pongamos por caso, requiere tocar con los brazos alzados y sosteniendo un peso durante bastante tiempo. También es importante, para todos, cuidar la espalda. Esto explica, indica, que en las orquestas, de vez en cuando, haya músicos de baja. «Quizás, en eso, nos parezcamos a un equipo de fútbol o un deportista de alto nivel», comenta, entre risas.