Juan Moreno es un conocido en el mundo del arte de Formentera, donde se dio a conocer a partir de los años noventa. En el Instituto Marc Ferrer ya despuntó por su talento gráfico a la hora de dibujar espacios y personajes conocidos e imaginarios. Se crió en la isla, llegó en 1969, cuando tenía un año, y de adolescente participó en publicaciones tan irrepetibles como ADN y Cosmos Factory, junto a varios ilustradores y guionistas locales.

Con el paso del tiempo se formó como diseñador gráfico en la Escuela Oficial de Artes y Oficios de Barcelona de la Llotja y llegó a publicar en la mítica revista 'Víbora' y con ediciones La Cúpula, con quien editó dos álbumes: 'Venganza' y 'Resaca'. También fue llamado por la factoría japonesa Kodansha y colaboró para el Grupo Z de Barcelona. A finales de los noventa llegó a trabajar con la editora norteamericana DC Comic. Es decir, que más de una vez los aficionados al cómic han podido ver dibujos realizados por Moreno sin saberlo.

Tras 16 años de bache creativo, Moreno vuelve al mundo del arte recuperando el ritmo de exposiciones en 2016 con la muestra 'Universos paralelos', donde avisa de su regreso a la disciplina de la pintura. En dicha exposición, el artista da muestras de que su lápiz ha cogido madurez para tratar temas que parecen recién sacados de sus sueños.

Ahora vuelve con la muestra 'Fallo de sistema', donde presenta veinte obras en las que utiliza el lápiz, el pincel, la tinta china y las acuarelas. Si hace dos años su trabajo ponía en contraste la realidad con lo imaginario, ahora ha optado por poner en evidencia que no todo es lo que parece. 'Fallo de sistema' se puede ver hasta el próximo 6 de octubre en la sala de exposiciones del Consell, en la plaza de la Constitución.

En esta ocasión opta por mostrar la distorsión que generan los sueños y las escenas míticas imaginarias, muchas relacionadas con la cultura del cómic. El resultado es que cuando el espectador se pone a mirar uno de sus trabajos se encuentra ante una escena onírica, pero que tiene mucho de realidad.

De esta forma, Moreno crea su universo particular lleno de símbolos y de referencias literarias que coloca en paisajes y lugares conocidos de Formentera. El resultado es la creación de espacios en los que los objetos flotan y luchan contra la gravedad en escenarios comunes.

No falta la simbología propia del autor, con la mítica 'Joven Dolores' navegando por un espacio sin agua, así como otros escenarios conocidos como la Fonda Pepe, la plaza de la Constitució y sus símbolos propios, como las lagartijas gigantes o una iguana azul, entre otros detalles repletos de ciencia ficción.