Juan Luis Jardí (Barcelona, 1961) es, como él mismo reconoce, un «provocador». Sus cuadros no buscan agradar al espectador ni convertirse en meros objetos decorativos. Lo que pretenden es «impactar y dejar huella» con imágenes que sugieren, muchas veces, melancolía, soledad y nostalgia.

«Mi obra es bastante inquietante», admite el artista catalán, que expone por primera vez en Ibiza. Esta tarde a las 20.30 horas inaugurará en El Hotel Pachá una muestra que ha bautizado precisamente como 'Inquietudes' y que se podrá visitar hasta el 13 de septiembre.

La exposición reúne casi una veintena de cuadros, la mayoría creados en los dos últimos años, que mezclan el realismo mágico con el Pop Art y el surrealismo.

Sus óleos sobre tela tienen cierto toque vintage que recuerdan, según sus palabras, «a la pintura retro de los años 40 y 50».

En las obras de Jardí hay motivos que se repiten, como el tiovivo, que en 'El hundimiento del pasado' aparece retratado en un lugar tan improbable como el mar. El autor comenta que le gusta «colocar elementos en espacios inimaginables» y que sus creaciones se acercan «a lo absurdo e incoherente».

Influencias

El universo norteamericano está muy presente también en sus pinturas. Estados Unidos le ha atraído desde pequeño y es un gran aficionado al cine clásico de este país. De hecho, su obra, que se ha expuesto en diversas galerías norteamericanas, «se vende mejor en Estados Unidos que en España», señala.

Uno de los artistas que, explica Jardí, más ha influido en su obra, es el pintor estadounidense Edward Hopper (Nyack, 1882 - Nueva York 1967).

Los cuadros de 'Inquietudes' impactan también por su tamaño. «No me asusta pintar en formato grande, todo lo contrario», explica el artista, que se tituló en Pintura Mural por la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de La Llotja (Barcelona).

La inauguración de la muestra se acompañará con una performance y la actuación del grupo barcelonés Delafé.