La esperanza y el 'arte para todos' es la filosofía de la octava edición del Bloop Festival, que se inauguró ayer a las 19 horas en el antiguo Casal de Joves de sa Riba, en el puerto de Vila.

El festival ha apostado este año por una exposición de realidad virtual en la que arte y tecnología van de la mano. Así lo explicó ayer Bu Mochizuki, la responsable de comunicación del Bloop. «Para esta edición hemos decidido que en la 'sede' nos centraríamos en la tecnología aplicada. Cuando empezamos, el arte urbano era el que emitía más fácilmente un mensaje, pero creemos que con los años el lenguaje cambia y el arte evoluciona con él, y la tecnología es el nuevo lenguaje», detalló.

'El arte es para todos' es el lema del festival. «Por eso queremos mostrar un arte que pueda llegar a todo el mundo, también a gente que no está interesada», añadió la organizadora. Los sensores, las luces y el sonido eran los ingredientes clave de la exposición. Pero las gafas virtuales fueron las auténticas protagonistas. Los espectadores pudieron perderse en un laberinto o mostrar sus dotes de percusión con las obras 'The Laberuynt', del artista K24, o 'The Temple', de Lo Spino. Además, los asistentes disfrutaron de una sesión de música electrónica, comida y bebida.

La edición de este año se inició el día 16 con los dos murales del 'caligrafitero' mexicano Said Dokins en Sa Graduada y continuará hasta el próximo 9 de septiembre con las obras de 14 artistas (de los que 13 son internacionales) dedicados a distintas disciplinas.

El concejal de Cultura de Vila, Pep Tur, que también asistió al evento, aseguró que «el Bloop es una forma nueva de entrar dentro del mundo de la creación y una puerta abierta para acercarse a los ciudadanos con el arte».