El Centre Sociocultural S´Alamera, en el paseo de Vara de Rey de Ibiza, inaugura el jueves dia 13 a las 20 horas la exposición ´El Quijote visto por Manuel Fandos´, 49 dibujos realizados con pincel y tinta china por ese artista inspirados en la obra maestra de Miguel de Cervantes. Cada cuadro recoge una escena del libro. En la exposición se podrá leer, al lado de cada dibujo, el párrafo concreto de ´El Quijote´ en el que Fandos se ha basado.

La consellera de Educación, Cultura y Patrimonio de Ibiza, Pepita Costa, destaca en el cuaderno explicativo de la muestra que esta es «doblemente interesante», pues a la vertiente artística de unas ilustraciones «muy expresivas y de gran calidad técnica» se añaden «sus amplias posibilidades didácticas, dado que poder ver las escenas del Quijote plasmadas en esos dibujos despertará la curiosidad de los estudiantes», además de permitirles «entender mejor la obra».

A juicio de Carles Guasch, artista y comisario de esta exposición, Fandos ha conseguido «visualizar» la novela de Cervantes. «Sabe muy bien que hacer un dibujo o pintar un cuadro es como hacer un viaje. El viaje nos modifica, nos cambia, nos sorprende; lo mismo que el arte», afirma Guasch.

«Manuel Fandos (Borriana, Castellón, 1928) crea toda una secuencia escénica donde revela las fantasías de don Quijote –comenta Carles Guasch–, aunque también las suyas propias», una mezcla indiscutible entre la realidad cierta y la realidad probable, entre la fantasía y la objetividad».

El comisario de la muestra describe perfectamente cómo son los dibujos que ha realizado Fandos: «Gestualidad de trazos gruesos y angulosos, con aristas, con fuerza y estructura en el trazo».

A su juicio, «todo ese dinamismo es la realidad del lenguaje rotundo y expresivo» de la obra magna del manco de Lepanto. «Consigue que cada dibujo, cada viñeta sea como una canción inacabada, lo cual nos conduce a seguir la trayectoria secuencial, en definitiva, a leer el Quijote», afirma Carles Guasch en el cuaderno de la muestra.

Fandos estudió dibujo en la Escola d´Arts i Oficis de Barcelona y luego prosiguió en la Escola Superior de Belles Arts de Sant Jordi. En 1957, al acabar su aprendizaje, fijó su residencia en París, donde trabajó como ilustrador en diarios y revistas y como decorador de obras teatrales. En los años 60 y 70 vivió en Ibiza.