´Kennedy´ se encontraba ansioso por que llegase ya el momento de la inauguración de su antológica en sa Punta des Molí y que pasase lo más rápidamente posible: «Esto parece un parto, tengo unas ganas de que sea el jueves...», confesó. El pintor ibicenco Bartomeu Mayans ´Kennedy´ presenta una muestra en la que repasa su trayectoria y para la que varios coleccionistas privados han cedido obras. También hay otras que pertenecen a diferentes pinacotecas.

El artista está ilusionado, aunque lleva mal tener que atender a los periodistas, ya que reconoce que es incapaz de responder brevemente y sin irse por las ramas a las preguntas que le formulan: «Es una cita muy bonita, voy ver a muchísima gente con la que hace años que no coincidía. Además, esta exposición es más emotiva que el resto, ya que es como si fuera el ocaso, el final, el reencuentro. Tengo que hacer todos estos sacrificios [refiriéndose a la atención a los medios de comunicación], porque cuando hago algo, lo hago bien», añade Mayans.

Falta de apoyo al arte

El pintor hace años que ya no está en activo, tal vez desmotivado por la falta de apoyo y de salas de exposiciones. «En los últimos tiempos la pintura me hacía sufrir mucho. La falta de apoyo al arte, y sobre todo, la desaparición de las galerías ha hecho que pierda el amor hacia este arte. Ya no tengo ganas de pintar, no necesito el dinero ni el ego. Estoy cansado, he llevado una vida muy dura», explicó.

Ahora, a sus 70 años, su día a día es más sosegado en Ibiza y se dedica a disfrutar del paisaje de la isla. «Ahora mismo mi existencia es bastante vulgar, la verdad, llevo dos años comportándome como un monje tibetano. Además, me aburren bastante los temas de conversación de mucha gente», dijo.

¿Por qué el nombre de ´Kennedy´? «Yo trabajaba en una barbería y uno de los empleados del local de enfrente decía que de perfil me parecía al presidente John Fitzgerald Kennedy. Una anécdota muy graciosa sucedió cuando Kennedy murió, y las mujeres decían ´ha muerto el barbero jovencito de Can Ribetes´. Sinceramente, yo preferiría firmar como Txumeu, pero la gente no me reconocería», aclara mientras ríe al recordar la anécdota.

«Nunca he sabido pintar, solo necesitaba sentir. Para mí todo puede ser objeto de inspiración», asegura. ´Kennedy´ se inició en el mundo del arte por casualidad: «Comencé a pintar por angustia vital, desesperación de la vida en el campo. Descubrí el efecto que tenía la pintura en mí un día, jugando», aseguró.

Antoni Tàpies y Vicent Calbet fueron los referentes de este artista en sus inicios pictóricos. «En un principio Tàpies y Vicent Calbet tuvieron algún tipo de influencia en mi estilo, el problema es que yo siempre me he dejado llevar, y he tenido un estilo muy libre, por ello no he seguido nunca la estética de ningún artista en particular», reflexiona ´Kennedy´.

«En mis obras ha habido violencia, dulzura, dolor... el arte es como la vida misma, mi arte ha pasado por muchas etapas», rememora el artista ibicenco. «Soy como una planta silvestre, porque no he ido nunca al colegio, no tengo cultura de ningún tipo -relata-. Eso sí, tengo la intuición necesaria y he tenido suerte en todo lo que me he propuesto. Muchas veces mi mente iba tan rápido que me ha sido imposible centrarme en algún tema para estudiar». La independencia y el carácter hiperactivo de ´Kennedy´ le ha llevado a tener una vida artística y social a veces un poco solitaria.«Mi manera de ser me ha alejado de los círculos intelectuales de la isla. Además, mi condición de borracho no ha ayudado a mi integración», explicó.

«El arte no es algo que haya que entender, cuando alguien me dice: ´No lo entiendo´ yo les contesto: ´No, si yo tampoco´. Se ríen pero es que realmente no hay nada que entender», afirma el pintor. Eso sí, Mayans puntualiza: «La base de un buen artista es conseguir emocionar a las personas. El arte, si lo encuentras en la basura, no te hace pensar, pero en un museo sí, es para lo que sirve, para hacer reflexionar al público, sobre todo para que digan: ´¿Qué hace esta porquería aquí en un museo como este?´», concluyó.