igital. Analógica. Incluso con el móvil. Así son las 18 fotografías que forman ´Tres mirades sobre una illa´, la exposición que Rafa Domínguez, Ferran Nogués y Josep Costa inauguran esta noche (20.30 horas) en el Club Diario de Ibiza. Tres fotógrafos. Tres generaciones. Tres miradas diferentes sobre una isla cuyo paisaje reconocen que está «muy trillado». A pesar de eso, aseguran que muchas de las imágenes que han escogido para la muestra resultarán algo nuevo para la retina de quien las mire. Eso sí, no falta el inevitable es Vedrà. «Sólo una», destacan. «Y casi por imperativo», bromea Domínguez.

«Son miradas particulares al territorio», comenta Domínguez, el decano del grupo, que repasa la selección de cada uno. Él, que busca en la poesía del paisaje una desintoxicación de su trabajo diario como fotógrafo. Nogués, que se pierde en su tiempo libre en el interior de la isla, en los rincones que tan bien conoce por su labor en el departamento de territorio del Consell. Costa, que persigue el mar con sus cámaras analógicas.

«El mundo al revés», comenta Costa, el benjamín, cuando el trío explica que Domínguez, el mayor, ha optado por la fotografía digital para este proyecto mientras él, el más joven, ha trabajado con cámaras analógicas.

Domínguez relaciona sus imágenes (tratadas digitalmente) con los sentimientos en unos títulos que no se atreve a llamar poesía. Nogués ve el paisaje en tonos sepia, como si las ruinas y restos arqueológicos que las llenan se hubieran apropiado del alma de las fotografías. Costa muestra en blanco y negro sus largas noches en la orilla del mar (Pou des Lleó, es Figueral, Cala d´Hort...) con una cerveza y esperando que el tiempo y la cámara obren el milagro.

Costa explica que el paisaje es estático, que siempre está ahí. Sus compañeros le rebaten. «Es dinámico», afirma Nogués, hay fotos que no podrás hacer nunca más. «Todo cambia en cinco segundos», abunda Domínguez en un debate que parece conducir al río de Heráclito.

Entre tanto paisaje se cuela un único rostro. Un retrato que hizo Domínguez hace muchos años. A Marià Villangómez. «El poeta del paisaje», comentan.