Los periodistas de televisión saben que una conexión en directo, especialmente en los informativos de mayor audiencia del día, suponen una gran exigencia. Hay que ser conciso y al mismo tiempo dominar las claves propias de la escena de la pequeña pantalla. Y todo en alrededor de 30 segundos. Es por eso que cualquier elemento inesperado puede suponer un contratiempo para el periodista… Y también un motivo de diversión para el espectador. Repasamos algunos de las conexiones en directo más sorprendentes.

En ocasiones los animales son los responsables de jugar una mala pasada. Es lo que le pasó a una reportera cuando quería hacer un directo en una de las cuadras de un zoológico. Se acercó a un camello, en apariencia inofensivo, pero que no dudó en morder y tirar del cabello a la redactora. Finalmente, todo acabó bien y pudo recuperar su conexión.

A veces, los elementos ‘no deseados’ aparecen junto a un invitado. Es lo que le ocurrió a Barack Obama cuando era entrevista en una televisión estadounidense. Se percató de la presencia de una mosca y, después de intentar ahuyentarla, no dudó en pasar a un ataque directo. La mató de un golpazo directo y recogió más tarde con un pañuelo sus restos.

Un episodio mucho más desagradable fue el que sufrió la reportera de Antena 3 Marta Sasot durante una transmisión desde Bruselas. Informaba desde allí de una concentración en recuerdo a las víctimas del atentado en el aeropuerto de la capital belga cuando varios ultraderechistas quisieron arrebatarle el micrófono. Una situación tensa que la periodista supo resolver con entereza.

A la prestigiosa BBC también le ocurren estas cosas. Así, el presentador Dan Walker informaba desde Río de Janeiro de la actualidad de los Juegos Olímpicos cuando, a su espalda, una pareja decidió dar rienda suelta a su pasión.

Y, por último, no está de más el recordatorio de la reciente entrevista al profesor británico Robert E. Kelley, un experto en la situación política de Corea del Sur que, sin duda, pasa a la historia audiovisual por los inmejorables invitados -su esposa y sus dos hijos- que se ‘colaron’ en la pantalla mientras era entrevistado en la radiotelevisión británica.