El vidente Sandro Rey ha puesto fin a su convivencia con los otros VIPs de la casa de Gran Hermano. Con un 36,9% de los votos se ha convertido en el segundo expulsado del reality de Telecinco. Sandro se animó a participar en el concurso para contagiar de magia y aprender de todos sus compañeros pero su estancia en Guadalix ha sido más corta de lo que pudo preveer.

Una vez en plató, el vidente contestó a las preguntas de Jordi González, en las que reconoció que las diferencias con algunos de sus compañeros, sobre todo con Coman, le han podido llevar al fin de su aventura. No obstante, lejos de mantener el hacha de guerra, Sandro afirmó que "pediría disculpas" si de alguna manera ha herido la sensibilidad de alguien.

"Habré cometido algunos errores, soy consciente de las cosas que me han pasado dentro de la casa. Simplemente por las diferencias que con algunos", afirmó Rey.

Sorpresas familiares

En la gala de este jueves además, los concursantes recibieron una sorpresa muy especial. La organización les hizo llegar un vídeo de sus queridos, entre los que por supuesto, estaba Andrea, la hija de Belén Esteban.

Sin poder cerrar la boca e intentando prestar muchísima atención a todo lo que tenía que decirle su pequeña, la colaboradora no pudo contener la emoción y acabó llorando. Andrea le dijo que estuviera tranquila, que estaban todos muy bien, que estaban muy orgullosos de ella, que lo estaba haciendo muy bien, que le iba muy bien en el colegio y que contaba con el apoyo de todos sus amigos y de Paracuellos, localidad en la que viven.

El resto de compañeros también recibió su sorpresa, aunque no dieron tanto juego como Belén Esteban.

Andrea, a su madre Belén Esteban: "Lo puedes hacer mucho mejor".