El biólogo y cineasta de documentales Fernando López-Mirones (Pontevedra, 1964), considerado el nuevo Félix Rodríguez de la Fuente, está preparando una serie para televisión que, como ya ocurrió con "El Hombre y la Tierra", contará aspectos desconocidos de la naturaleza.

"Hoy en día sólo tenemos extremos en cuanto a ciencia y documentales de naturaleza, pero hay que hablar de cosas diferentes, cosas que la gente desconoce", ha afirmado en una entrevista con Efe López-Mirones.

En este sentido, Mirones cree que "hay muchas cosas que la gente ni sospecha que ocurren", pero que se deben contar a través de guiones "con impacto e interés humano".

Por eso, el cineasta se ha dejado "convencer" por los repetidos consejos de empezar a aparecer en pantalla y producir "no sólo reportajes, sino una serie documental".

El proyecto, bajo el nombre de "Nómadas del Geographic", tiene el objetivo de emitir semanalmente documentales de naturaleza, pero también aventura, cine y distintas historias humanas.

Al ser preguntado si este programa podría recordar a "El Hombre y la Tierra", de Félix Rodríguez de la Fuente, Mirones ha salido al paso afirmando que quiere hacer "algo distinto a lo que se ha hecho hasta ahora", aunque admite "similitudes en el trabajo de uno y otro", como intentar "contar al público la belleza del mundo a través de mensajes positivos".

El biólogo asegura que el espectador está "saturado de mensajes negativos" sobre el daño que está sufriendo el medio ambiente, pero considera que "el público necesita saber que todo esto lo podemos arreglar entre todos".

"Si a una persona fumadora le dicen que le queda un año de vida y deje de fumar, no lo hará", afirma Mirones, "pero si le dicen que si deja de fumar vivirá 20 años más, es más probable que lo haga".

Esta metáfora sirve al director para exponer que los mensajes "demasiado ecologistas y apocalípticos" causan un "efecto contrario en lo que necesitan las personas que reciben estos mensaje".

"Siempre nos acordamos de cuidar el medio ambiente, pero, ¿y el otro medio?" pregunta Mirones, que resuelve su retórica afirmando que "es igual de importante conservar el medio ambiente como seguir desarrollándonos, ya que es algo necesario e inevitable".

"Es más fácil rodar la destrucción que produce el ser humano que la belleza de nuestro mundo", alerta Mirones, que reconoce que rodar la vida salvaje en estado puro "es un esfuerzo impresionante", aunque el impacto internacional "es mucho mayor" y recibe el apoyo del público documental, que es muy "potente" y "fiel".

El largometraje Guadalquivir (2013), reproducido en la XXI edición del Festival Internacional de Cine Medio Ambiental (FICMA), celebrado en Barcelona, es un ejemplo del rodaje de la vida salvaje y los parajes naturales desde que nace el río hasta su desembocadura que, según Mirones, "sorprende al espectador por su belleza" y hace reconocer parajes "espectaculares" que el espectador "desconoce que están al lado de su casa".

"La mejor manera de que la gente valore una historia es a través de la emoción y el corazón", destaca el director.

Para el biólogo, rodar una película documental expone "lo mejor y lo peor" de una experiencia cinematográfica, ya que un proyecto documental de naturaleza salvaje puede suponer, según Mirones, "años de aridez hasta que alguien cree en tu idea", pero una vez llegas al final y ves el resultado "es impresionante".

Fernando López-Mirones fue uno de los invitados a la pasada edición del festival FICMA, que cerró su edición con una "participación masiva que ha superado todas las espectativas", tal como afirmó en el acto de clausura de esta edición el director del certamen, Jaume Gil.

El festival es, según su presidente y fundador, Claudio Lara, "el cine de la esperanza" y se ha "convertido en referencia" para el cine documental para "muchos cineastas y defensores de la vida".