Tradición intacta en las fiestas de Sant Jordi
Cientos de vecinos y turistas disfrutan de una jornada soleada tras las lluvias del lunes
Puestos con rosas o con multitud de libros, ball pagès, misa solemne, procesión por todo el pueblo, talleres infantiles, food trucks, conciertos… Éstos, son solo algunos de los atractivos que disfrutaron durante el día de ayer los cientos de personas que acudieron a Sant Jordi, coincidiendo con la celebración de su fiesta patronal.
Los primeros puestos abrieron sobre las 10 de la mañana, aunque el ambiente no se caldeó hasta la celebración de la misa solemne dirigida por el obispo de Eivissa y Formentera, Vicent Ribas, que empezó unos diez minutos pasadas las 11. La iglesia estaba llena hasta la bandera, y eran muchos los que seguían el sermón desde fuera, en el patio interior. Dentro de la parroquia, Ribas llevó a cabo un discurso en el que «dio la bienvenida al párroco», ya que eran las primeras fiestas patronales de Javier Alonso Betancourt al frente de la parroquia de Sant Jordi y definió esta celebración como «una jornada con sentido de familia y unión».
Tras la misa, que duró aproximadamente una hora, se llevó a cabo la procesión por los alrededores de la plaza del pueblo. Los asistentes, que eran mucho más numerosos al alcanzar el mediodía, grababan con sus smartphones para inmortalizar una procesión en la que desfilaban caballos con carros. Mientras tanto, los miembros de la colla de ball pagès de Sant Jordi ambientaban el soleado día con la música típica de la isla al sonido de castanyoles, tambors y flaütes.
Valoración de los asistentes
La mayoría de los asistentes se mostraban encantados con la jornada festiva, como Raquel Cabello, una joven ibicenca que volvía a la fiesta de Sant Jordi tras dos años de ausencia a causa de sus estudios en la Península: «Me está gustando mucho todo, está bien que se hagan cosas así en el pueblo y ver que aún hay un poco de vida en Sant Jordi». No obstante, lamentó no poder asistir a los actos de la tarde: «Ojalá pudiera venir más tarde, pero no puedo ya que trabajo».
Anabel Riera, la amiga que acompañaba a Cabello, destacó la importancia que tienen este tipo de celebraciones: «Está genial que se conserven las fiestas tradicionales y que además se fomente la lectura. A mí me encanta leer y esto es una oportunidad para encontrar libros». Además, afirmó que tenía pensado asistir por la noche a ver los correfocs.
La jornada también contó con la presencia de turistas nacionales, como Adelina Gonfaus y Josep Coronado, un matrimonio catalán que ha venido a pasar unos días en Eivissa y que agradeció el buen tiempo: «Es una fiesta diferente de la que vivimos en Catalunya, pero nos está gustando. Además, hoy -ayer para el lector, nos está acompañando el buen tiempo, ya que si hubiese llovido, la fiesta se hubiese deslucido. Ahora, iremos a ver la procesión ya que me gusta ver las imágenes con los carros y los pageses».
«Me gustan mucho todas las actividades que se organizan aquí. Vengo sobre todo para comprar libros, aunque también para ver un poco el ambiente, el desfile y el baile payés, que me llama mucho la atención», señaló por su parte María José Calonge, ciudadrealeña residente en la isla, que concluyó entre risas: «Hoy es un día para el libro y la rosa, los libros ya los tengo pero la rosa aún me la tienen que regalar».
«Busco ver la cultura ibicenca, me gusta mucho ver a la gente con los trajes típicos y el baile payés. De momento me está gustando bastante todo lo que estoy viendo, aunque aún me queda por ver el centro de la plaza», dijo Andrea Molina, una joven madrileña de vacaciones en Eivissa, aunque su amiga Lucía Parra no mostraba el mismo entusiasmo: «Es un poco siempre lo mismo, rosas y libros».
Libros gratuitos
Al margen de los puestos en la plaza del pueblo, en la Biblioteca Municipal Vicent Serra i Orvay, a escasos metros, ofertaban libros gratuitos, tres como máximo para cada persona, para celebrar la festividad y el Día Internacional del Libro.
Una vez acabada la procesión, la colla de Sant Jordi entró en la plaza y subió al escenario para continuar con su actuación, ante la atenta mirada de los asistentes, que ya eran muchos. Eran ya las 13.15 horas y mientras varios concejales y obreros de la parroquia ofrecían en bandejas decenas de orelletes al público, abrían las ferias con juegos como los de puntería.
El programa del día grande de Sant Jordi continuaba por la tarde. Desde las 17 horas estaba previsto que los más pequeños disfrutaran con los juegos gigantes de ‘Jugueroix’. Más tarde, a las 19 horas estaba programado el concierto de Niños Raros y a las 21 horas uno de los platos fuertes del programa de festejos de este año, el concierto del mítico grupo vallisoletano Celtas Cortos. Los correfocs iban a poner el punto y final a la jornada festiva.
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