Los beneficios que aportan las abejas van más allá de los productos que extraen de las flores relacionados con el consumo humano como la miel, la jalea real o el polen, ya que su gran aportación a la naturaleza más importante «es la polinización de las plantas». El portavoz de los apicultores ibicencos, Vicent Marí, apunta que otro factor a tener en cuenta es que «estos diminutos himenópteros recolectan el néctar para vivir todo el invierno y todo el verano, lo secundario es la miel y todo eso». De hecho existen cálculos que indican que «más del 70 por ciento de las frutas que nos comemos son gracias a ellas», y parafraseando a Albert Einstein añade «si en cuatro años no tuviéramos abejas, la humanidad tendría muchos problemas». A eso se le une el papel que juega este insecto en los bosques para evitar la deforestación. Pero Marí señala que «están quedando muy pocos lugares para las colmenas» y que entre las dificultades a las que se enfrentan está la «reticencia» que existe en Ibiza a esta actividad, donde incluso se les ha pretendido cobrar -«mientras que en la Península pagan»- por poner colmenas, aseguró. Respecto al miedo social que existe a las picaduras, Vicent Marí advierte de que las abejas «se defienden» y que si no se sienten atacadas no atacan. Finalmente apuntó que entre los muchos proyectos en los que trabaja ahora la asociación destaca la recuperación de la abeja autóctona.