El sándwich mixto suele ser una de nuestras cenas favoritas. Se hace en pocos minutos, no manchas apenas la cocina y es un plato al alcance de todo el mundo, incluso de los menos cocinillas.

Todas estas ventajas han convertido este bocadillo en parte esencial de comidas y cenas exprés, pero, a pesar de haberlo hecho tantas veces, nunca sale perfecto. O se quema, o el pan está muy blanco, o el queso no se funde… Por ello, te traemos los mejores trucos para conseguir un sándwich mixto de diez:

Evitar el pan reseco

El pan de molde suele tener una vida bastante larga, pero si no cierras bien la bolsa, perderá su lado tierno y jugoso. Antes de ponerte a preparar nada, conviene comprobar que la miga está suelta y blandita.

Calidad de los productos

No es lo mismo un jamón que otro. Entre el fiambre de cerdo y el jamón york eco sin añadidos hay un mundo. Cuanta más calidad tenga, más rico sabrá el sándwich. Lo mismo pasa con el queso. Se trata de que sea un queso de verdad, no una gelatina amarillenta que funda más o menos bien.

El queso entre jamón y jamón

Con este truco evitarás que el queso se desparrame o no se una adecuadamente al jamón york. Así, los ingredientes se juntarán y tendrás un sándwich mixto con los sabores más integrados.

A fuego lento

Si no quieres que el sándwich acabe carbonizado, no le metas mucha caña. Lo ideal es hacerlo a fuego medio y darle la vuelta un par de veces para que se haga adecuadamente. De esta manera, conseguirás que toda la superficie esté doradita por igual.

Cambiar la mantequilla por mayonesa

Sí, como lo estás viendo. Utilizar mayonesa en vez de mantequilla es mucho más efectivo porque dora uniformemente el pan, resultando más delicioso y tierno. Cuando untas el pan con mayonesa, ésta se convierte en una capa delgada de grasa que evita que se queme.