La presentación ayer de la tercera edición de las Jornadas del Mar y de la Tierra de Ibiza, en las que 50 restaurantes de la isla ofrecerán menús a 25 euros y tapas a cinco (con bebida) del 20 de abril al 3 de mayo con productos y gastronomía ibicenca como base, sirvió para que dos expertos en gastronomía, Julia Pérez (académica de la Real Academia de Gastronomía y fundadora de Gastroactitud) y José Carlos Capel (crítico gastronómico y presidente de la cumbre gastronómica Madrid Fusión) apuntasen algunos interesantes consejos para convertir la gastronomía de la isla en un valor turístico y una seña de identidad de la isla en el exterior.

«El desembarco de los hermanos Adrià o de Paco Roncero en la isla no es nada malo, no hay que verlo como competencia sino como un potencial gigante porque llegan cargados de estrellas y de prestigio», indicó Capel, que instó incluso a aprovechar este empuje y desarrollar estrategias conjuntas entre las instituciones y empresas locales y estas personalidades.

En el mismo sentido, Julia Pérez aconsejó aprovechar «la gran imagen internacional de Ibiza» para trabajar sobre el producto y la cocina local y convertir a los cocineros internacionales en embajadores de la cocina ibicenca.

La experta fue muy clara en su intervención, y no dudó en mostrar a los profesionales que presenciaron la charla las ´debilidades´ de la isla en materia de gastronomía como «un exceso de locales mediocres, una discreta proyección del producto local y poco conocimiento de la cocina ibicenca por parte del turista», un extremo que corroboró Joan Riera, presidente de la Asociación de Restauración de la Pimeef, que recordó que en las encuestas a los turistas que publica la prensa «prácticamente nunca afirman haber probado un plato de gastronomía local».

Capel aseguró que otros destinos muy cercanos como Mallorca están promocionando muy bien su gastronomía y la presencia en la isla de cocineros de primer nivel, hasta el punto de que «el restaurante de España con más lista de espera, de unos 10 a 12 meses, es del de Santi Taura», recordó, que está en la isla vecina. El experto también apuntó que a Ibiza le hace falta un icono gastronómico que se conozca fuera de sus fronteras y que funcione como reclamo turístico «como podría ser la caldereta de langosta de Fornells, en Menorca».

Por su parte, Julia Pérez alabó algunas ´fortalezas´ de Ibiza: «tiene un cliente con mucho poder adquisitivo y hay comunidades autónomas que matarían por tener ese potencial». Pero también advirtió de que el hostelero no puede conformarse «por el hecho de tener un local lleno», hay que «complicarse la vida para mejorar». En la misma línea, Capel añadió que tres de las ciudades en las que peor se come, según su experiencia personal, «son Venecia, Sevilla y Toledo porque siempre están llenas y parece que no tienen la necesidad de mejorar. Te maltratan y te machacan como cliente y eso es un error, es un error pensar ´como tengo clientes no necesito hacer nada´», lamentó.

El crítico de gastronomía de El País, recordó que «la creatividad viene muchas veces por la necesidad de sobrevivir, lo que sucede por ejemplo en época de crisis».

Su compañera en la ponencia aseguró, por su parte, que las Gastro Jornadas que ayer se presentaban «son un buen ejemplo de una acción que puede potenciar el producto local», y aconsejó ir más allá y crear concursos, más jornadas, convocar congresos y acudir a simposios fuera de la isla para dar a conocer el producto de Ibiza. «Además sería positivo crear rutas gastronómicas interesantes con muchos y buenos restaurantes implicados, visitas a bodegas o crear pasaportes gastronómicos para acercar al turista un producto, el gastronómico, por el que Ibiza hoy por hoy no se conoce», remarcó.

Solo sirve la excelencia

Los críticos aconsejaron a la isla crear una identidad gastronómica local pero con proyección de modernidad y subrayaron que «la única manera de llamar la atención es a través de la excelencia con los mejores productos, los mejores profesionales y los mejores locales».

La presentación de las jornadas contó con la consellera insular de Turismo, Carmen Ferrer; Stella González, de Can Rich; con el presidente de la Asociación de Restauración, Joan Riera, y con el periodista Xescu Prats, quienes mostraron un interés conjunto: que la gastronomía de la isla pueda funcionar como un producto diferenciador de Ibiza con respecto a otros destinos.