Las comidas a base de cereales son una de las más valiosas fuentes de alimentación desde hace miles de años. Los granos contienen proteínas, grasas, sales y complejos carbohidratos o almidones, que en el proceso de la digestión se rompen en azúcares que se liberan rítmicamente al torrente sanguíneo, proporcionándonos una energía continua. Los carbohidratos refinados que ingerimos carecen de elementos nutritivos imprescindibles, engordan, desmineralizan y provocan estreñimiento (por falta de fibra). Sin embargo, los cereales integrales en general, y la avena en particular, nos ayudarán a regular el proceso metabólico.

Existe una amplia variedad de cereales tales como el trigo, la avena, el mijo, la cebada, el arroz, la escanda, el centeno y el maíz. Mucha gente desconoce todas las clases de cereales que existen; de hecho buena parte de cereales solo se encuentran en tiendas de productos naturales. Sin embargo, los cereales son componentes básicos de una alimentación completa y sana.

El médico alemán Jurgen Weihofen adaptó una cura de cereales que otro médico había desarrollado y la presentó al público en forma de propuesta dietética con abundantes recetas que él mismo y su esposa habían ido elaborando. Es una dieta ideal para las épocas de frío, que aporta altas dosis de energía y ayuda a depurar y equilibrar el peso. Se conoce como Dieta de cereales para siete días.

Los componentes de esta dieta de siete días son: 170gr de trigo integral triturado, 170gr de mijo sin cáscara, 170gr de avena mondada, 150gr de arroz integral, 170gr de cebada perlada, 170gr de sémola escanda,170gr de cereales variados.

Los tres puntos principales de esta dieta son:

1. Reducción de peso de entre 2 y 3 kilos por semana.

2.Desaparición de la sensación de hambre.

3. Recetas fáciles y rápidas de preparar.

Estos cereales de la dieta no se cocinan simplemente en agua y se toman tal cual, sin duda de esta manera la dieta no hubiera tenido tanta aceptación. Los cereales se pueden cocinar al gusto de cada uno, dependiendo de la imaginación propia, de los ingredientes y aderezos añadidos. Se pueden añadir frutos secos, verduras, productos lácteos, miel, etc.. Abstenerse de azúcar o sal, de incluir carne en las comidas o de ingerir otros alimentos entre las comidas.

Es una dieta con grandes ventajas, ya que aporta un alto valor nutritivo, favorece la digestión, es rica en fibra, es depurativa y favorece el drenaje del organismo, además permite adaptarla a una excelente y sabrosa variedad de platos.

Se puede encontrar más información y consejos en el libro del Dr. Weihofen.

Receta de sopa de parmesano con shiitake y avellanas

Ingredientes: 200 gramos de caldo vegetal, 100 gramos de leche y 100 gramos de nata, 100 gramos de queso parmesano recién rallado, 350 gramos de setas shiitake, 1 diente de ajo, 30 avellanas tostadas, sal, aceite de oliva, pimienta negra recién molida y unos tallos de cebollino.

Elaboración: Poner en un cazo el caldo y la leche (si tienes alguna corteza de queso parmesano guardada puedes incorporarla) y llevar a ebullición. Cuando rompa a hervir, retira el cazo del fuego e incorpora el queso parmesano recién rallado, mezclar bien con una cuchara o espátula para que el queso se funda y se integre, tapa la cazuela y reserva en caliente. Limpia las setas shiitake y si son grandes trocéalas. Pela el ajo y pícalo bien fino. Trocea las avellanas y reserva. Poner una sartén a calentar con aceite de oliva virgen extra y saltea las setas, saladas al gusto, a fuego fuerte, hasta que estén hechas y ligeramente doradas. Antes de que estén totalmente hechas añade el ajo para que se fría y aporte su sabor. Triturar y colar. Sirve la sopa de queso parmesano caliente y reparte en el centro de los platos las setas shiitake salteadas. Reparte las avellanas tostadas, un poco de parmesano en lascas, el cebollino picado, pimienta negra recién molida y unas gotas de aceite de oliva.