Siempre que se acerca el verano son numerosas las dietas que nos recomiendan para estar estupendas de cara a estos días calurosos, pero muchas de estas dietas son insanas y además tienen efecto rebote.

Pero es que cuando se vuelve del veraneo, es normal haber cogido unos kilitos de más con las cervecitas y el chiringuito. Y es que en esta época nos despreocupamos de la alimentación y lo importante es descansar y disfrutar de las vacaciones.

Lo más importante ya sea verano, otoño, invierno o primavera es comer bien. Si quieres adelgazar el secreto está en comer saludable y equilibrado, pero menos cantidades y acompañarlo de ejercicio. No hay mayor secreto ni dietas mágicas.

Todo lo que necesitas para mantener tu figura o para conseguir la que quieres está en los alimentos. Las proteínas, las frutas, los lacteos, las verduras y los hidratos, todos estos alimentos deben estar incluidos en tus comidas de cada día.

Otra clave muy importante es la de comer cada tres horas, es decir, realizar cinco comidas al día.

El desayuno es la comida más importante del día así que nada de marcharse de casa sin haber desayunado nada o sólo tomando un café rápido. Para empezar bien el día es necesario tomar en el desayuno una ración de hidratos, un lácteo y una pieza de fruta o zumo si lo prefieres.

Así que disfruta del desayuno y comete una buena tostada con un café y la fruta que prefieras. Recuerda que el plátano es la fruta que más puede llegar a engordar si su consumo es muy alto, así que intenta evitarlo.

Como ya hemos dicho cada tres horas debes meter alimento en tu cuerpo así que a media mañana tienes que comer algo, una fruta, un lácteo, lo que prefieras. Lo mismo harás a media tarde.

En cuanto a la comida y en la cena, en ambas puedes comer proteínas, verduras e hidratos eso sí en la cena tendrás que reducir las cantidades.

Aquí esta la clave, en comer de todo de forma equilibrada y practicar algo de ejercicio así que olvidate de dietas mágicas que al fin y al cabo no te provocan más que hambre y efecto rebote.

Así que ya sabes, sigue el refrán de "Desayunar como un rey, comer como un señor y cenar como un mendigo", y por supuesto no te acueste nada más cenar, ya que nuestro organismo se ralentiza y la comida engorda más, además de hacernos descansar peor.