Novelas, cómics, videojuegos... Muchos de ellos han sido adaptados a la gran pantalla pero ¿era realmente necesario hacer una película?.

A continuación, hacemos un repaso de las 10 peores adaptaciones a la gran pantalla que recordamos. Comenzamos por los videojuegos.1. Super Mario Bros (1993)

Probablemente la peor adaptación de un videojuego a la gran pantalla. Esta película seguía los pasos de Mario y Luigi, dos fontaneros que debían rescatar a la princesa Daisy de las garras del rey Koopa y su ejercito de lagartos.

La película no consiguió captar la estética del clásico videojuego de Nintendo, con escenas que, en algunas ocasiones, recordaban más a una largometraje de terror que a una película para adolescentes.

2. Street Fighter, la última batalla (1994)

'Street Fighter, la última batalla' fue la primera y la última película que dirigió Steven E. de Souza. Y no es de extrañar, a la vista de las pésimas críticas que recibió.

La cinta estuvo protagonizada por unos jóvenes Jean-Claude Van Damme y Kylie Minogue y seguía los pasos de un grupo de luchadores que debían desbaratar los planes del malvado General M. Bison, que pedía la suma de 20.000 millones de dólares por liberar a 63 rehenes.

3. Mortal Kombat (1995)

Parece que a Paul W.S. Anderson le gusta adaptar videojuegos a la gran pantalla, pero el resultado siempre está muy lejos de ser el deseado

Su primera adaptación fue 'Mortal Kombat', una película en la que el brujo Shang Tsung trataba de hacerse con el control de la tierra ganando el torneo de artes marciales 'Mortal Kombat'.

Siete años después de esta película, Anderson trato de adaptar de nuevo un videojuego, esta vez, la mítica saga Resident Evil, pero una vez más, tanto los fans como la crítica se le echaron encima.

4. Final Fantasy: la fuerza interior (2001)

Aunque del videojuego solo tomara el nombre, 'Final Fantasy: la fuerza interior' no consiguió convencer ni a los fans ni a la crítica.

La película seguía los pasos de la doctora Aki Ross, una mujer que, lejos de luchar con armas de fuego contra una raza de alienígenas, trataba de entenderlos para así destruirlos de forma completa.

'Final Fantasy: la fuerza interior' atrajo a los cines a cientos de fans, que salían de la sala preguntándose que relación tenía la película con la longeva saga de videojuegos.

5. Doom (2005)

Este thriller futurista basado en el shooter homónimo nos presentaba a un escuadrón especial que debía acudir a la llamada de un laboratorio, donde un experimento fallido había conseguido que una raza de mutantes estuviera aniquilando a la población.

Recordamos en esta película a Karl Urban, Dwayne 'The Rock' Johnson y Rosamund Pike armados hasta los dientes y también a los que probablemente hayan sido los peores papeles de sus carreras.

6. El Grinch (2000)

¡Cómo el Grinch robó la Navidad! Ese clásico cuento, el del vecino peludo y gruñón que odia esas fechas tan señaladas en las que todo el mundo canta, sonríe, baila y come.

La lectura de la novela del Dr. Seuss de 1957, que satiriza con la Navidad y la comercialización de la misma, bien podría haberse quedado para siempre en tan solo una novela. No era necesario llevarla al cine, no.

Jim Carrey fue el elegido en 2000 para protagonizar esta película del cineasta Ron Howard que si bien obtuvo tres nominaciones a los premios Oscar a Mejor maquillaje, también tiene el dudoso honor de haber sido nominado a dos Razzie: Peor guión y Peor remake o secuela.

7. La liga de los hombres extraordinarios (2003)

Este cómic creado por el guionista Alan Moore y el dibujante Kevin O'Neill en 1999 supuso un éxito tal que se han realizado varias secuelas del mismo a lo largo de los años. La historia de estos superhéroes (Allan Quatermain, el doctor Henry Jekyll, el Capitán Nemo y Dorian Gray) contratados por un antepasado de James Bond para que formaran parte del servicio de Inteligencia del Imperio Británico logró cientos de miles de seguidores.

Todo lo contrario que la película que dirigió en 2003 Stephen Norrington, suponemos que producto de la euforia que se había desatado en torno al cómic. Unos efectos especiales exagerados a la vez que desfasados fueron en gran medida los culpables del poco éxito de la película, que no consiguió despuntar. Y eso que contaba en sus filas con el gran Sean Connery.

8. El Código Da Vinci (2006)

El famoso libro de Dan Brown supuso una revolución cuando vio la luz en el año 2003. Sus especulaciones sobre el cristianismo y la historia de la Iglesia católica encendieron la mecha de la polémica. Pero para ser justos, fue una buena novela; un thriller de esos que te atrapa de principio a fin.

Lo que no sabía Ron Howard (¡Qué ojo tiene este Howard!) cuando decidió llevar su adaptación a la gran pantalla era que su película se convertiría en un filme poco emocionante, previsible y con un Tom Hanks en el que probablemente haya sido su papel más aburrido.

9. Eragon (2006)

Esta novela fantástica escrita por Christopher Paolini, que contaba la historia de un joven que encontraba una piedra preciosa en el bosque y la cambiaba por alimentos para que su familia pudiera alimentarse durante el invierno, fue el primer libro de la saga de El Legado. Su éxito fue tal que Stefen Fangmeier decidió materializarla en una película.

Película que protagonizaron, entre otros, Jeremy Irons y John Malkovich y de la que los críticos del New York Times hicieron la siguiente afirmación: "Tan carente de ideas nuevas como el manager de Tim Allen. Si alguno de los personajes no regresa para la secuela, no importará. Lo más probable es que tampoco lo haga el público".

10. El motorista fantasma (2007)

Probablemente la peor adaptación de un cómic a la gran pantalla. Fue Nicolas Cage el actor que se metió en la piel de Johnny Blaze un hombre que hacía un trato con el diablo para proteger a su padre y a su novia. Pasado el tiempo, el diablo regresa para saldar su deuda y de noche Blaze se convierte en el cazarecompensas Ghost Rider.

Es algo complicado encontrar una buena crítica para esta película que, para colmo de males, tuvo una secuela en 2012 que logró algo que parecía imposible: obtener peores críticas que la anterior.