Describe con un nivel de realismo y de autenticidad casi sin precedentes la terrible tragedia humana y medioambiental que tuvo lugar en la plataforma petrolífera Deepwater Horizon, situada en el Golfo de México de la costa de Louisianna, el 20 de abril de 2010. Fue un suceso trágico que, como consecuencia de una gran explosión y de las que se encadenaron después, provocó la muerte de 11 de los 126 trabajadores de la misma. No sólo eso, ya que estuvo lanzando crudo al mar nada menos que alrededor de 50.000 barriles diarios durante un periodo de 87 días, configurando el mayor desastre ecológico de la historia de Estados Unidos. El propósito del director Peter Berg, que debutó en los noventa con una película insólita, 'Very bad things', para dedicarse posteriormente al cine de acción, ha sido el de ser fiel a lo acaecido mostrando minuciosamente el suceso y efectuando al mismo tiempo un homenaje a las víctimas.

Para contar semejante tragedia, Berg se ha valido de un testigo privilegiado de la misma, Mike Williams, el técnico jefe del sistema electrónico de la plataforma, cuya actuación en el día de autos, salvando la vida de algunos de sus compañeros, ha sido calificada de heroica y en la que, como otros trabajadores, dejó a un lado su propia seguridad para rescatar a quienes estaban heridos o en situación límite. Lo que, por eso, no se esclarece en la cinta suficientemente es el grado de culpabilidad en el accidente de una multina cional petrolífera, BP, que pudo ser responsable de lo acaecido por la presión que algunos de sus ejecutivos, especialmente el que incorpora John Malkovich ejercieron en los empleados.

Se sobrepone el carácter de reconocimiento a la plantilla al de denuncia, lo que le hace suavizar parte de su vigor. En cualquier caso, la película es un ejemplo a la hora de recrear en su dimensión más verídica y real un asunto que revela el peligro que acecha a nuestro planeta si se llevan a cabo trabajos como el que aquí vemos sin las debidas medidas de seguridad