No ha cubierto por completo el expediente que pretendía y de ahí que, sobre todo en la segunda mitad, pierda capacidad de atracción y algo del interés previo, pero sería injusto negar los aciertos narrativos del director, el francés Xavier Gens, en su quinta película, una peculiar mezcla de terror y cine de aventuras, probablemente la más ambiciosa hasta ahora de su filmografía.

Tanto es así que la media hora inicial es digna de elogiarse, sumergiendo al espectador en un mundo fantástico y no exento de atractivo. La cinta está dedicada al decorador español Gil Parrondo, ganador de dos Óscars de Hollywood, por 'Nicolás' y 'Alejandra y Patton', que falleció poco después de acabado el rodaje.

Con un punto de partida estimulante, la novela homónima de Albert Sánchez Piñol, un éxito de ventas traducido a 37 idiomas, las imágenes van introduciendo al espectador en el entorno y el clima deseados.

Son los años de la primera guerra mundial, pero en las cercanías del Círculo Polar no hay rastro alguno de la contienda. Aquí llega un joven Friend, que tiene la misión de quedarse en una isla para observar datos relativos al tiempo, especialmente la fuerza y dirección de los vientos. Solo hay en la isla otra persona, Grunner, pero está alejado de él, desnudo y recluido en un faro, y da la impresión que prefiere la soledad. Hasta que el recién llegado se ve obligado a exigir su ayuda cuando surgen de las entrañas del mar unas misteriosas y voraces criaturas que aprovechan la oscuridad de la noche.

Hasta este punto el relato es impecable, ganando en alicientes cuando las "bestias", que son seres que no han cubierto las leyes de la evolución de Darwin porque el ciclo fue interrumpido, de forma que son una combinación de peces y seres humanos ancestrales que han formado una especie de comunidad aislada. Contra ellos deben enfrentarse permanentemente los dos hombres que comparten un escenario entre fantasmagórico y siniestro.

Solo hay una excepción en el comportamiento agresivo y cruel de estos bichos, Aneris, uno de ellos, un espécimen femenino que convive con los dos extraños en indudable armonía y al que incorpora, con una perfecta caracterización, la actriz española Aura Garrido.