­La Fundación Vicente Ferrer, una de las mayores ONG que funcionan en el mundo y que mejores resultados está logrando en el campo de la erradicación de la pobreza, mostró anteanoche en el Club Diario el caso práctico de una joven que, pese a surgir de una familia sumida en la miseria, perteneciente a las castas más bajas el país, logró los medios suficientes para formarse, ir a la universidad y encontrar un trabajo cualificado en la capital.

Las responsables de la fundación en Balears y en Ibiza, Isabel Pizá y Maria Tur, respectivamente, presentaron al conferenciante, Sasi K. Cutty, guía de esta entidad en la región de Anantapur, quien relató los progresos que vienen desarrollándose en esta zona gracias a la labor de los voluntarios y a la colaboración de la población local, que va adaptando sus costumbres para poder progresar de forma más rápida hacia la igualdad y el desarrollo.

Un vídeo proyectado en la conferencia mostró cómo esta parte de Anantapur, antaño un páramo yermo y desprovisto de cualquier vestigio de vida, empezó a ser objeto de mejoras por parte de la Fundación Vicente Ferrer, que para empezar perforó hasta 5.000 pozos en el lugar en solo seis años. Donde antes apenas crecía algún árbol aislado, ahora se cultivan todo tipo de vegetales y se han construido seis hospitales, varias clínicas y escuelas.

Gracias también a la labor de la fundación, se ha estimulado el reparto de microcréditos, que suelen gestionar las mujeres –hasta ahora totalmente marginadas y aisladas en el interior de sus casas– para acometer mejoras concretas. En el caso de la familia de Latha, una niña nacida en este ambiente, el microcrédito sirvió para comprar dos vacas que proporcionaron la leche mediante la que se obtuvieron ingresos hasta entonces impensables en la familia. Gracias a esta iniciativa y al desarrollo de la agricultura local, la joven Latha, que por su origen humilde y su posición social estaba condenada a ser obligada a casarse prematuramente con quien eligieran sus padres, pudo asumir el destino de su propia vida. Así fue, explica el vídeo, como inició estudios de Ingeniera Informática en la universidad –es la primera universitaria de su pueblo– y consiguió un puesto de trabajo en una empresa importante de la ciudad de Bangalore.

«Quiero dedicar una parte de mi sueldo a ayudar a los demás, pero no con dinero, sino con libros», afirma Latha en el vídeo tras la entrevista que le permitirá lograr el puesto de trabajo.

Sasi K. Cutty señaló que el ejemplo de Latha es ilustrativo de los avances que se producen en Anantapur, donde los actuales jóvenes de castas inferiores llegarán a ser en pocos años los ingenieros, médicos y técnicos agrícolas a los que recurrirán incluso las castas superiores.