Lucia, Antonella, Laura, Iole, Assunta, Elena, Valentina, Annalisa... y así hasta 50 mujeres que no tenían nada en común, comparten ahora un proyecto creativo. El hilo que las une es doble: todas han atravesado un cáncer de mama y todas han pasado por el objetivo de la fotógrafa italiana Silvia Amodio, que las ha retratado para la exposición 'Io ero, sono, sarò' ('Yo era, soy, seré'), que se presenta en primicia internacional este viernes a las 19 horas en la galería P|Art Ibiza, ubicada en la carretera de Santa Eulària.

Patrizia Longarini, responsable de la galería, presentó ayer la muestra acompañada de la fotógrafa y de dos de las mujeres retratadas, que afortunadamente han superado la enfermedad: Elena Balduzzi y Tiziana Bellotti. No son las únicas que han viajado hasta la isla. Hoy acudirán a la inauguración 25 de las 50 mujeres que no han querido perderse la presentación de la muestra.

La emoción ya se palpaba ayer en el ambiente, y es que tanto para la fotógrafa como para las retratadas el proceso ha sido toda una catarsis personal.

Amodio agradeció a la galería que haya abierto sus puertas a una exposición, que más allá de la estética, «quiere poner sobre la mesa un hecho real, que una de cada ocho mujeres van a atravesar un cáncer de mama a lo largo de su vida», recordó. «Son cifras muy importantes que además esconden otro hecho, que no solo golpea a quien lo padece sino a todas las personas de su entorno», subrayó Amodio, que agradeció a su patrocinador, Coop Lombardia, su apoyo que permitirá la itinerancia internacional de la muestra. «Es un problema sobre el que la sociedad debe estar informada y reaccionar», destacó Amodio.

Para ella, que cuenta con una larga trayectoria en la que destacan sus particulares imágenes de animales, esta exposición es la más importante que ha hecho por el contenido emocional que subyace.

«Lo más complicado al principio, en un tema que ya se ha abordado antes, ha sido buscar un estilo, un camino. He optado, para comenzar, por tener muy claro que todas estas mujeres tenían que sentirse bellas y femeninas en un momento difícil de su vida. Se trataba de buscar un estilo que me gustase a mí y a las personas que iban a trabajar conmigo», explicaba ayer.

«He pensado en el velo blanco, símbolo de feminidad, como hilo conductor para este trabajo, lo que además me permitía jugar a velar y desvelar un poco la historia de estas mujeres», describió. También ha tenido un peso muy importante el trabajo del maquillador, ya que en el proceso de curación de la enfermedad muchas mujeres pierden el cabello, las pestañas y las cejas, con lo que les resulta muy doloroso no reconocer la imagen que les devuelve el espejo. «Puede parecer un aspecto simple pero no lo es. Era importante que las mujeres se viesen bien», remarcaba. También ha contado con la colaboración de un enfermero oncológico durante todo el proceso

Elena Balduzzi, una joven afectada por el cáncer y que lo ha superado, explicaba ayer en la galería, muy emocionada, que la sesión fotográfica fue increíble para ella. «Fue una jornada de fiesta, me lo tomé como un juego, pero es cierto que al verme delante del objetivo me sentí impresionada. Pero Silvia ha estado maravillosa porque ha tenido una delicadeza increíble», subraya la joven. «La delicadeza es lo que más me gusta de esta exposición, algo que no se ve tanto a veces en los retratos de desnudos femeninos. Ha sacado la personalidad de las mujeres, el carácter intrínseco de cada una», valoró.

Por su parte, Tiziana Bellotti confesó que cuando Silvia le propuso hacer las fotos se mostró muy sorprendida pero, como admiraba el trabajo de Amodio, que conocía por la prensa italiana, se sintió «como si fuera un regalo» después de todo lo que pasó por el tumor que le detectaron. «Durante la cura del tumor nace dentro una fuerza difícil de describir, sentí dentro de mí una energía de vivir y de experimentar que no sentía desde adolescente. La sesión llegó en el momento justo», subrayó la retratada.

Longarini presentó a Amodio como «una mujer excepcional, periodista, documentalista y fotógrafa con temáticas en las que siempre trascienden su ética y su emoción personal».