Ana Celada, nacida en Madrid pero formenterense de adopción y por decisión, empezó en el mundo de las artes estudiando Arquitectura, pero hace tiempo que se pasó al lado abstracto de la pintura y en él sigue, pintando, escribiendo poesía, dudando y navegando. Ayer inauguró 'Navegar es necesario' en la sala de exposiciones del Ajuntament Vell de Sant Francesc, una muestra de acrílicos de diferentes tamaños que se puede visitar hasta el 26 de agosto en horario de mañana y tarde.

La influencia de Formentera, isla en la que reside desde hace tres años, se deja ver en esta ocasión en la «fluidez» de la temática, los materiales y la forma de pintar. «Estas pinturas son muy líquidas, muy viento», explicó ayer la artista. «Están muy influenciadas por el fluir, los flujos naturales, y están hechas con una materia también muy fluida que se va moviendo por el cuadro», continuó. «Esa es la forma de trabajar que tengo: ver cómo se va moviendo esa materia y esos fluidos para ayudarlos. La obra se hace casi sola, con mi atención y mi presencia», añadió Celada.

Las obras que expone en Sant Francesc en esta ocasión tienen como denominador común el mar y la necesidad de navegar, «tanto en el agua como en la vida», puntualizó la artista. Pero llama la atención la escasez del color azul de ese mar que reivindica. «En la primera exposición que hice en Formentera, en 2015, ya me recriminaron de alguna manera que no usara el azul. Esta vez lo he intentado, pero hago pintura abstracta y eso vale tanto para el color como para las formas», apuntó Celada durante la inauguración de su muestra.

En cuanto al título que lleva la exposición, la pintora y poeta esclareció que «navegar tiene que ver con la fluidez que antes mencionaba, y me gusta la ambigüedad de la segunda palabra: se necesita precisión para la navegación y para la vida, porque hay que dejarse fluir pero con cierto control sobre las cosas que suceden; y también navegar es necesario, es preciso para vivir». «A veces nos aferramos demasiado a ciertas ideas y yo creo que es más inteligente dejarse influenciar, verlo todo desde un punto de vista más dinámico, en el que va todo cambiando», desarrolló Celada.

«Es más importante la duda que la certeza. Para mí dudar, hacerme preguntas todo el tiempo, estar atenta a lo que sucede tiene mucho valor y eso es lo que trato de hacer en mis poesías y en mi pintura», insistió la pintora mientras explicaba el origen de sus lienzos.