El artista Jean-Marie Barotte inaugura hoy a las 20 horas en el Club Diario de Ibiza la exposición 'Lo que queda del fuego', una muestra de su trabajo inspirado por la filosofía y la poesía -de las que es lector voraz- y que se construye con pigmentos que incluyen las cenizas, un material que no solo tiene un propósito estético sino un significado en torno a la combustión de la existencia.

Este artista italofrancés conoce Ibiza desde que era niño porque sus padres compraron una casa en la zona de Na Xemena. Además es un enamorado de España desde que estuvo de gira como actor, una profesión a la que se dedicó durante 20 años de la mano del mítico director Tadeusz Kantor, una referencia internacional del teatro de la segunda mitad del siglo XX por sus originales y transgresoras propuestas. Su impacto sobre Barotte fue tal que, cuando el director falleció, el artista dejó la interpretación porque no encontraba un proyecto interesante en el que involucrarse.

Su vocación artística es precoz ya que desde niño visita museos con compulsión e interés. Entre sus favoritos cita El Prado y entre sus artistas favoritos a Velázquez, Tàpies o Barceló. «Siempre me ha influenciado la pintura española e incluso la tierra y el paisaje del país, tan diferente a la de Francia, por ejemplo». Los ocres y los grises de la tierra están presentes en sus obras.

«Trabajo con todo tipo de materiales salvo el óleo, que me presenta problemas técnicos porque yo trabajo muy deprisa. Compongo el cuadro rápidamente y el óleo requiere una espera que no va con mi manera de trabajar», relata el artista, que además de cenizas utiliza pigmentos de café o té para crear sus obras.

El uso de la ceniza, constante en su obra, no es casual, ya que simboliza «la combustión de la propia densidad material, la introspección hacia la raíz misma de la sensación de existir», explican en un catálogo sobre su obra.

En sus lienzos es habitual el uso de textos: palabras sueltas, frases. No es casual porque los textos de poesía y filosofía que Barotte lee con voracidad son una fuente de inspiración para él, el motor de muchas de sus obras. «Mi pintura nace de algunos autores que leo continuamente que son sobre todo filósofos o poetas. He creado obras inspiradas por Jabes, un escritor egipcio hebreo que vivía en París, por Paul Celan o por Jacques Derrida», relata.