Hay que estar un poco loco para conseguir captar las 13 imágenes que componen 'Gaia', la exposición del fotógrafo ibicenco Javier Tur (1984) que abre sus puertas en Sa Nostra Sala del Consell de Ibiza. Hay que estarlo para perderse durante días y días por parajes salvajes en solitario y sin ningún tipo de conexión al mundo, a temperaturas bajo cero (de hasta -30 grados centígrados) y cargando un pesado equipo hasta encontrar el lugar y el momento exacto para captar la imagen que busca.

Esa combinación extraordinaria entre talento, técnica, sacrificio personal y esfuerzo físico están detrás de las imágenes de Javier Tur, pero el fotógrafo ibicenco le quita importancia a su esfuerzo porque para él es una pasión y se siente «feliz» perdido días y días en medio de esos parajes. «Me apasiona la fotografía de naturaleza extrema. Cuanto más pequeño me siento delante del paisaje más me gusta trasmitirlo», relata el fotógrafo, que comenzó este proyecto hace cinco años.

Prácticamente todas las fotografías están tomadas en Noruega, Finlandia, Escocia e incluso Islandia. «En el norte de Europa tienes unas condiciones increíbles para hacer fotografía de naturaleza, tanto por su paisaje como por su fauna, porque es una zona muy salvaje y porque tiene unas condiciones atmosféricas de luz ideales. El sol no se eleva tanto, hay veces que ni sale, y la luz es excelente. A ello se le suma la atmósfera que genera el frío, las brumas...», describe el fotógrafo.

Conocer los paisajes

Conocer los paisajes

Una de las imágenes que más esfuerzo le ha supuesto está realizada en el Parque Nacional de Sarek, en el corazón de la Laponia sueca. «Me costó especialmente porque es un parque muy inaccesible, rodeado por otros parques nacionales. Para acceder tuve que andar durante tres días y después estuve acampando durante una semana acarreando todo el equipo, la tienda y la comida para esos días. Ya no solo es un esfuerzo de tiempo sino físico», describe.

Los días de espera, lejos de ser desesperantes, son todo lo contrario para él: «Disfruto mucho de la belleza de los paisajes, muchísimo, siempre digo que eso es lo que le da sentido a mi trabajo. Necesito estar en esos lugares un tiempo para sentirlos y poder fotografiarlos, 'conocerlos'. Muchas veces no consigo la foto que quiero hasta que han pasado varios días, necesito ver cómo cambia el paisaje porque aunque, parezca algo estático, para mí está en constante movimiento», abunda.

La luz, obviamente, es un elemento esencial y prueba de ello son las dos fotografías nocturnas de la exposición: «En ambas me he apoyado en la luz de la luna para tomarlas. La luna te condiciona completamente: si la haces con luna llena te proporciona mucha luz y, en cambio, verás muy poca bóveda celeste y, al contrario, si no hay luz de luna puedes fotografiar la Vía Láctea». Para la imagen de la aurora boreal que forma parte de la muestra, Tur se apoya en la luz de la luna que ilumina el resto del paisaje.

Del sur de Europa tiene dos imágenes que no se quedan atrás en belleza: la del cráter del Stromboli, que tomó en un lugar al que está prohibido el acceso, y una fotografía de la costa de Cantabria «que no parece para nada un lugar del país», afirma, con razón, el fotógrafo.

«Con estas imágenes cierro un capítulo de un proyecto más grande que continuaré, espero, en otros lugares del mundo», concluye.

Gaia, la diosa de la tierra

Gaia, la diosa de la tierra

El conseller de Cultura, David Ribas, elogió ayer con entusiasmo la exposición durante la presentación a los medios. «El nombre Gaia [diosa de la tierra en la mitología griega] ya nos indica qué venimos a ver tratándose de fotografía. Estoy especialmente contento porque siempre es magnífico poder presentar el trabajo de una persona de la isla, joven además, al que hay que reconocerle todo el trabajo que ha hecho y que ha hecho muy bien», subrayó Ribas.

«Cada una de las imágenes capta perfectamente el espíritu de la naturaleza, de estos rincones espectaculares -por ponerles un calificativo-, escondidos y relativamente bien conservados de la depredación de la especie humana, algo que cada vez es más difícil de encontrar», valoró.

Ribas destacó que gracias a Tur podemos disfrutar de unos paisajes inaccesibles para la mayoría «a la vez que nos hace plantearnos la fragilidad de todo el planeta tierra, del que nos ha tocado hacer de tutores de alguna manera, un trabajo que muchas veces no hemos sabido hacer como tocaría».

La exposición se inaugura hoy a las 20 horas y estará abierta hasta el 26 de mayo. Está previsto que el 11 de mayo el autor ofrezca una charla sobre fotografía de naturaleza a las 20 horas y, el 25 de mayo a la misma hora, habrá una mesa redonda con los fotógrafos de naturaleza Jordi Serapio, Joan Costa, Xavier Mas, Oliver Martínez y el propio Javier Tur, que agradeció ayer el apoyo «increíble» que ha tenido por parte del Consell.