'El Sevilla' adapta su obra de teatro 'Reflexiones del hombre lengua' para presentarla como monólogo esta noche en el Teatro Pereyra a partir de las 22 horas.

- ¿Cómo le llamo: Sevilla o Miguel Ángel?

- Como tú quieras; me llaman Sevilla, Miguel Ángel, Gordo, Cabeza? con cariño, lo que tú quieras. Los colegas me llaman Miguel, en el pueblo, Angelito, y mi madre cuando se enfada conmigo 'Miguel Ángel Rodríguez'.

- Se dio a conocer como cantante de los Mojinos Escozíos, ¿existía ya 'El Sevilla' como personaje artístico?

- No, y además yo no hablo como Aída, la de la tele, en tercera persona de mí mismo. Fue 'El Puto', el batería del grupo, quién empezó a llamarme 'El Sevillano' y se me quedó 'El Sevilla'.

- Con Mojinos, ¿qué fue antes el humor o la música?

- Fue al mismo tiempo, de hecho no nos planteamos montar una banda de tal forma. Hicimos una banda con la música que nos gustaba y con las letras que más gracia nos hacían.

- Así nos lo pone difícil a la hora de definirles?

- Somos una banda de rock con letras de humor. Cada uno lo etiqueta como quiera, basta que tengas un tema de reggae, como era el 'Chou Chou', para que los rockeros clásicos digan que no somos una banda de rock; o si tienes un tema 'metalero' para que los que quieren que seas un grupo heavy que no les guste. Somos un grupo de rock y rithm'n' blues con todas las letras de humor.

- Con la broma llevan 20 años encima de los escenarios.

- ¡Sí señor! Vamos a estar un año celebrándolo. Ya empezamos el 26 de octubre, fecha en la que salió el primer disco, y haremos la gira.

- Dos décadas de Mojinos se dice pronto, ¿es que estamos locos o qué?

- ¿Por qué no? Siempre hacemos chistes con sentido; este tipo es un número uno en lo suyo y no me importaría hacer algo con él. El año pasado tocamos en un festival indie, el Sansan, y fuimos junto con Loquillo las primeras bandas de rock invitadas a este festival. Somos el elefante de la cacharrería para lo bueno y para lo mano.

- Además de cantante tiene una vida paralela con libros, televisión, espectáculos de humor. ¿Es por culo inquieto o porque 'más cornás da el hambre'?

- Hago lo que me gusta, así que no niego lo de culo inquieto. Sí es verdad que es acostumbrarte a vivir como los osos, por la banda digo, trabajar en verano y dormir en invierno, o decir qué hago en invierno y ahí tele, cine, libros o teatro. No sé estar parado, no puedo no hacer nada.

- ¿Qué va a pasar esta noche en el Pereyra?

- Tengo un amigo, Nacho, que toca el teclado y que me ha insistido mucho en que tenía que venir. Así que voy a hacer una adaptación de mis 'Reflexiones del hombre lengua', el monólogo con dirección artística que hago en el teatro, pero en una versión de una hora y media o dos horas en la que vamos a estar sin parar de reír. Este formato me encanta por la cercanía de la gente, que me escuchan hasta respirar; no es como cuando estoy al resguardo de mi banda.

- Entre subir al escenario de un teatro o con su banda de rock, ¿qué prefiere?

- No te voy a mentir: a mí lo que más me gusta es Mojinos Escozíos y no ya subirme al escenario, sino meterme en el local de ensayo y preparar canciones. Eso es lo que realmente me apasiona. No quiere decir que no me apasione el teatro, si no, no estaría ahí. Metí el hocico en el cine y siguieron mandándome guiones, tampoco muchos, pero no me gustaba el ritmo, tampoco el de la tele aunque sí hago los programas que me gustan porque le va muy bien al grupo. Me siento joven para el teatro y demasiado maduro para una banda de rock and roll. Me gustaría que los conciertos de rock estuvieran llenos de niños de 20 años que te echaran a patadas del escenario pero por desgracia no es así. Me sorprende el sonido de las anillas de un telón antes de salir a escena, la soledad antes de empezar, me encanta pero no tanto como estar con mi banda en el local de ensayo.

- No sé si sabe que en el Pereyra caben los que caben y que Juangui, el 'jefe', quería mantener su actuación en secreto para no petarlo, pero con esta entrevista se ha fastidiado el plan, ¿podría hacer un llamamiento para que la gente no viniera esta noche al Pereyra?

- [Risas] ¡No, hombre, tampoco es eso! Cada palo que aguante su vela y ya que vas a ser tú el que destape la sorpresa te toca achantar. Yo por suerte seré el que más espacio tenga que no voy a dejar que suban al escenario ni las chicas guapas. En un cortijo grande el que es tonto se muere de hambre, así que el que antes llegue más posibilidades tendrá de coger sitio y el culpable de que se pete no será el artista, sino el artista que ha puesto en la prensa que esta noche hay monólogo del Sevilla en el Teatro Pereyra.