­­Olesya Petrova, una deslumbrante mezzo-soprano, multipremiada y que acaba de regresar de Montreal (Canadá) de triunfar con su papel de Amneris en ´Aida´, es uno de los grandes atractivos de la Gala de Ópera que se celebra este sábado a las 21 horas en el Palacio de Congresos de Santa Eulària a beneficio de Manos Unidas.

Junto a la soprano Irantzu Bartolomé, el tenor Carlos Cosías y el barítono Carlos Daza, con Elena Kolesnikova al piano, interpretarán las piezas más conocidas y aplaudidas de Rossini, Donizetti, Verdi, Puccini y Bizet, entre otros compositores.

Petrova no solo es una de las mejores mezzo-sopranos del panorama actual sino que durante la entrevista irradia una energía y una simpatía que la alejan de la imagen de diva inaccesible que a veces erróneamente se vincula a las estrellas del bel canto. Los críticos se han rendido a sus pies alabando su «voz de terciopelo» y la «autenticidad» de sus roles, en los que cuida tanto la voz como la interpretación.

-Es la primera vez que canta en Ibiza ¿pero es también su primera vez en la isla?

-Es la primera vez en mi vida en esta isla maravillosa. He oído hablar mucho de ella a mis amigos, aunque no nada relacionado con la ópera o la música clásica, más bien con los clubs.

-Tiene un currículum impresionante y destaca además que ha ganado muchos premios muy prestigiosos. ¿Es importante para un cantante participar en estos concursos?

-Sí, completamente, es muy importante porque mucha gente muy relevante dentro del mundo del canto te escucha en estos conciertos. Directores de montajes de ópera, grandes maestros... que van allí a descubrir nuevos talentos. Es cierto que son pruebas muy complicadas porque estás muy nerviosa, todo te asusta, estás muy tensa. Pero para todos los cantantes que quieran ser cantantes de verdad, no sé si estrellas, es importante que se presenten a concursos y mejor si destacan en ellos.

-¿Y usted qué quiere ser, una cantante de verdad o una estrella?

-¡Las dos cosas! [ríe]. Realmente no sé qué significa realmente ser una estrella. Actualmente estoy cantando por todo el mundo, viajando continuamente, participando en grandes montajes con grandes papeles. Próximamente cantaré en el Teatro Real de Madrid, ya he estado en el Metropolitan Opera de Nueva York... Algunos creen que ya soy una estrella pero lo que yo siento es que soy feliz cantando, simplemente cantando, ahora y en el futuro. Esa es mi vida, es muy importante para mí poder cantar y seguir en esto.

-Acaba de llegar de Montreal, en Canadá, tras interpretar a Amneris en ´Aida´, un papel por el que ha recibido un montón de críticas espectaculares...

-Es un papel realmente difícil para una mezzo pero lo adoro. No solo tienes que cantar muy bien sino que tienes que interpretar muy bien también. Es un papel especialmente interesante para mí (muestra una foto de la caracterización, impresionante).

-Su carrera está creciendo rápidamente pero ¿qué hay detrás del éxito en el mundo de la ópera: talento, suerte, trabajo, una mezcla de todo esto?

-Creo que sí, que es eso último: una mezcla de todo. Lo primero y principal es que Dios te ha dado el don de la voz, después es importante el apoyo de tu familia, de tus padres... Pero también es suerte, trabajo cada día, estar en el lugar adecuado en el momento oportuno. Es realmente difícil ser un cantante de ópera, tienes que cantar, interpretar, cuidarte, conocer tu cuerpo muy bien. No es nada fácil. Cada día descubres algo nuevo de ti mismo. Pero sí, por supuesto tienes que tener mucha suerte.

-Comenzó a cantar muy joven, realmente siendo una niña.

-Sí, creo que comencé a cantar cuando nací [ríe]. Con solo seis años ya cantaba en el coro del colegio, a veces mi maestro me decía: ´por favor canta más bajo porque no se escucha a tus compañeros´ [ríe]. Era muy divertido. De niña cantaba siempre por la calle en casa, en todas partes y no solo ópera o clásico sino de todo. Me recuerdo cantando y cantando por todas partes. Después fui al Conservatorio Superior de Música de San Petersburgo, donde tuve un profesor buenísimo. Desde entonces mi voz ha ido cambiando cada año. Como el buen vino, cada año la voz mejora.

-Va a cantar el ´Requiem´ de Verdi nada menos que con Plácido Domingo en Copenhague el año próximo. ¿Qué significa para usted compartir escenario con una leyenda como él?

-Estoy tan emocionada... Cuando recibí la invitación fue como ¿qué?, ¡no puede ser!, ¡es imposible! Ahora pienso que será maravilloso, es uno de los mejores tenores de todos los tiempos, será una experiencia muy interesante que pienso disfrutar. Es un gran maestro, he crecido escuchando su voz. Su música está en mi corazón y lo haremos muy bien, estoy segura.

-¿Qué papel sueña con interpretar y cuál es su favorito de entre los que ya ha cantado?

-He cantado muchos papeles maravillosos y algunos que soñaba durante años, como Charlotte de ´Werther´, pude cantarla finalmente en Italia el año pasado. Ahora sueño con Dalila [de la ópera Sansón y Dalila de Camile Saint-Saëns]. Quiero cantarlo y creo que lo conseguiré antes o después ¡aunque yo lo quiero ya! De entre los que he hecho, elegiría Anmeris de ´Aida´ o Azuzena en ´Il Trovatore´. Ah, y en Madrid cantaré Amelfa en el ´Golden Cockerel´ de Rimsky-Korsakov...