Vicent Marí Tur, Botja, es una caja de sorpresas. Culto y amante la expresión artística en todas sus facetas, su primer libro ´Dones de pagesa: els treballs i els dies´, publicado en 2010 fue un rotundo éxito de ventas en la isla y de nuevo conquistó al público en 2011 con una obra más íntima, ´Patrimonio Personal. Relatos desde el Puig des Molins´ (Balàfia Postals). Ahora sorprende con una exposición de pintura que nace «por un deseo de compartir, de comunicar, por atrevimiento tal vez», argumenta. La exposición se titula ´Natures d´ara, al·legories d´abans´ y se podrá ver en la sala Can Jeroni de Sant Josep a partir de este sábado 6 de febrero (18.30 horas en adelante) hasta el 21 de febrero.

Aunque para el público esta sea una nueva faceta de Vicent Marí Tur, la pintura no es ni mucho menos una afición nueva para él.

En realidad pinta desde niño y debe «a un suizo llamado Vis» el placer de la recompensa por el trabajo artístico: «Frecuentaba nuestro bar. Yo era un niño y corrían los años 50 en Sant Josep. Arrimado a una mesa de mármol, jugaba a ser pintor con lápices de colores Alpino. El señor Vis, que me apodaba ´el Bombonero´ por mi afición al chocolate, gratificaba con diez reales alguna de aquellas láminas infantiles, sabedor del goloso destino de la moneda», explica en el tríptico de la exposición.

La vocación latente la retomó hace años casi como una terapia de la mano de Adrián Rosa, que ha sido su maestro y al que está «muy agradecido».

La exposición cuenta con dos partes bien diferenciadas. En ´Al·legories d´abans´ se centra en la figura humana idealizada, con retratos nacidos de la imaginación del pintor combinados con detalles de las tradiciones ibicencas pero «huyendo de cualquier folclorismo, dicho en el sentido peyorativo de la palabra, que no tiene porqué tenerlo», reflexiona. «He querido dar una visión muy particular de temas que han tocado otros pintores pasados y presentes. Y huyendo de lo ya visto», abunda. Entre sus favoritos de esta serie selecciona el retrato de un salinero, que también ha escogido para el tríptico de la exposición. «Este retrato representa una época de Ibiza que todavía he vivido, es un homenaje al salinero», subraya. Destaca en esta serie la fusión de los desnudos clásicos con detalles de la joyería e indumentaria ibicenca; cuerpos sobre los que reposan joyas tradicionales, un tema que tal vez genere polémica. «El atrevimiento forma parte de mi carácter, de mi vida y de lo que he escrito. Ahora emerge a través de la pintura. Si el arte no te permite ser atrevido, apaga y vámonos», matiza.

Botja afronta esta primera exposición con ilusión pero también con humildad. «Lo que no puedo aportar de oficio, puesto que es mi primera muestra, sí lo aporto con la originalidad en cuanto a la resolución del tema», describe el pintor.

Los títulos de los cuadros de la serie ´Al·legories...´ están cargados de significado ya que ha escogido versos de poemas de Marià Villangómez. «Cada título es una pequeña perla del joyero que sería la poesía de Villangómez», apunta el escritor. «No me he limitado a titular el cuadro según aquello que se ve sino según aquello que se puede intuir o que yo puedo transmitir», añade. ´El treball del saliner, dur de suor i coïssor´, ´Pit fidel vull pendre la puresa´ o ´Ardorosa mirada cercant el que consola´ son algunos ejemplos de estos títulos.

Por su parte, ´Natures d´ara´ «son evidentemente bodegones y flores que, dicho así, suena a una temática muy clásica», admite Botja, pero enseguida puntualiza que ha intentando ir más allá y hacer su propia interpretación. Los títulos de esta parte de la muestra también están cargados de significado.

Can Jeroni, que fue la casa de sus abuelos maternos, es el espacio ideal para esta primera exposición. Subraya su agradecimiento al equipo de gobierno de Sant Josep, «al actual y al anterior», por ofrecerle la sala. «Estoy agradecido sobre todo a Elena Benlloch y Gerardo Marín», destaca.

La muestra se puede visitar de martes a domingo de 10.30 a 13.30 horas y los jueves, viernes y sábados de 18 a 21 horas.