Jesús de Miguel no tiene claro por qué llamó ´Cola blanca universal´ a la exposición que este martes, a partir de las 20.30 horas, inaugura en el Club Diario de Ibiza. Pero tampoco le importa demasiado: «Estoy un poco harto de los nombres poéticos como ´antología de tal...´ y quería ponerle un nombre diferente», bromea el pintor, que añade que no quiere que esta exposición celebre el fin de una etapa artística. «En realidad no sé por qué la nombré así», sentencia entre risas.

La muestra, que estará abierta hasta el próximo 16 de octubre, recoge obras independientes entre sí. De todas formas,el artista palentino, que reside en Ibiza desde hace 15 años, expondrá también alguna más antigua para relacionarla con las más recientes. «Nunca he conseguido hacer una serie de cuadros. Una vez asumido esto, me he encontrado con que algunas de mis obras más recientes son similares a otras que ya había hecho», explica De Miguel, quien emplea en todas ellas una amplia gama de colores.

«Me da mucha rabia que queden botes de pintura a medias, aunque sean de un color que no me guste. Así que los termino y para compensar lo que hago es añadir más colores», dice De Miguel, quien cuenta que no sabe si usa mucho color o no. «Utilizo el rosa como un color neutro», comenta.

Jesús De Miguel se licenció en Bellas Artes en la Universidad de Salamanca en 1999, en la que se especializó en pintura. Además, realizó un master en animación y diseño en 3D en la Escuela Superior de Imagen y Sonido CES Madrid en el año 2000. Desde 1994 ha realizado diferentes exposiciones, tanto colectivas como individuales, en diferentes ciudades de España como Madrid o Salamanca, además de Ibiza. Actualmente, sus obras se muestran en una exposición colectiva en la Contemporany Pop Ups de Düsseldorf

El artista, que emplea diferentes materiales como el acrílico o el esmalte, ha pintado alguna de sus obras con sprays, ya que asegura que le permite hacer «cosas curiosas». De Miguel confiesa haber hecho grafitis en las calles alguna vez, aunque ninguna de esas obras está firmada con su nombre.

Pintar por pintar

De Miguel defiende la pintura como forma de expresión. «Pinto por pintar, no quiero que mis obras sean un relato ni tengan nada místico. Solo quiero pintar para ver hasta dónde puede llegar como forma de expresión», asegura. «He recibido todas las influencias y al mismo tiempo ninguna», señala el artista, quien asegura que a pesar de estas influencias cada uno intenta seguir su propio curso.

El palentino indica que sus influencias han sido tanto de autores clásicos como contemporáneos e incluso de gente que está fuera del mundo del arte. «Sin querer ves cosas y vas probando», cuenta. «Jonathan Meese quizá sea uno de los que más me interese su obra, pero en ningún momento pienso en que quiero parecerme a él», subraya. «Cuando me acerco a un autor intento no seguir su lenguaje pictórico», añade.

Fiel al dadaísmo, De Miguel pretende quitar seriedad a sus piezas para que las puedan disfrutar cualquiera, como hace con su obra ´El primer autorretrato alienígena de la historia´. «Es serio y no serio a la vez», dice.

De Miguel asegura no entender que se considere todo arte. «Me molesta bastante la palabra arte, no entiendo por qué tiene que estar todo ligado a esa palabra. Está muy bien que se quiera convertir en arte todo lo que uno hace, pero eso es mucha presión. No todas las creaciones tienen por qué ser arte, no estamos obligados a que todo sea arte», sentencia el artista palentino.

El pintor, que considera que hoy en día hay más artistas que hacen buenas obras, afirma que tiene muy pocos límites en la pintura, pero que cuando trabaja en otras modalidades del arte, como la escultura o la música, no tiene ninguno. «La pintura es el estilo que controlo y en el que me muevo, y al controlarlo tengo más limites. Pero en la música o los videos, que no conozco tanto, no tengo ninguno», concluye.