Toni Riera, fotógrafo publicitario y todoterreno, como él mismo se define, muestra en el Club Diario su nueva colección de fotografías de alto voltaje, rodeado de sus musas. Se podrán ver hasta el 14 de agosto.

-¿Qué tipo de exposición presenta esa vez?

-Es algo diferente, no quería repetir pero al mismo tiempo quiero que conozcan mis obras más recientes, como el reportaje que he hecho en el Burning Man Festival que se celebra cada año en Black Rock (Nevada) y al que acudimos con un equipo de gente de Ibiza, además de otros temas hechos en La Torre del Canónigo hace un tiempo y otras fotos clásicas de Ibiza.

-¿Quizá faltan paisajes o fotografías más intrínsecas de la isla?

-Tenía una colección de paisajes de Ibiza en blanco y negro pero por falta de espacio no las puedo exponer. Como siempre me relacionan con la fotografía erótica quería presentar unos paisajes para contrastar este mito. Al final se han quedado en el cajón. Pero seguro que la gente se distraerá más viendo las imágenes del Burning, de algún culito y con los cabezales eróticos que con los paisajes.

-¿Se ha convertido casi en un fotógrafo-decorador de hoteles?

-Los ´cabezales´ cuelgan en El Hotel, Destino Pachá Ibiza Resort y en La Torre del Canónigo, tres establecimientos ibicencos de calidad, lo que demuestra que soy un todoterreno.

-¿Que sensación le produce ver sus obras colgadas encima de la cama de un hotel?

-Están pensadas para producir sueño... y dulces sueños.

-¿Y no le despiertan ningún anhelo?

-No están hechas con esa intención. A mí me relajan para el sueño, no son nada picantes. Es un erotismo sutil y sofisticado. Tienen un toque cinematográfico de la Italia de los años 50, con cierto aire a Visconti, Sofía Loren y ese mundo tan maravilloso.

-En esta muestra apuesta por el blanco y negro, sobre todo en la fotografía erótica. ¿Por qué?

-He hecho mucho color a lo largo de mi carrera y ahora estoy convirtiendo fotografías en color en blanco y negro y me gustan más, porque los colores despistan y la pureza de las imágenes se mantienen mejor en el blanco y negro. De hecho, todo lo que hice en los ochenta en Ibiza es blanco y negro, quizá porque los colores no eran tan buenos entonces.

-¿Tiene que ver con el cambio del sistema analógico al digital?

-En analógico había que tirar en blanco y negro y color y con el digital lo haces todo en color y puedes pasarlo a blanco y negro, retocar y hacer lo que quieras con el photoshop. Nunca aciertas con el color exacto. He visto durante muchos años imágenes en color que no me han llamado la atención pero al pasarlas ahora a blanco y negro les encuentro otro atractivo y me inspiran más. La serie erótica que expongo es más natural, suave y delicada.

-Su experiencia en el Festival Burning Man está reflejada en medio centenar de fotografías que cuelgan en el Club. ¿Cómo fue esa semana loca en medio del desierto de Nevada?

-Fantástica, nunca me pude imaginar una cosa así ni en los mejores momentos de Ibiza. Una gente impresionante haciendo cosas increíbles en total anonimato. Es otra época y otro mundo en el que todos hacen cosas creativas para que las aprecien los demás. El nivel es impresionante porque hay gente de todo tipo y de todos los rincones del planeta: desde científicos a músicos. Es duro estar una semana con el calor y el polvo, pero la experiencia es tan enriquecedora que vale la pena repetir.

-¿Repetirá este año?

-Sí, he de completar una serie de temas a los que no les presté demasiada atención en el momento y luego te das cuenta de que son de una creatividad impresionante.

-¿Inspira mucho un evento de estas características?

-Se cogen muchas ideas aplicables a todo. Hay miles de personas que hacen su invento en el nivel que pueden para sorprender a alguien. Por ejemplo, mi sobrino Aie Riera, un cualificado científico cum laude, está desarrollando un proyecto con una multinacional que estudia el comportamiento de las neuronas para poder mover pequeños objetos con el pensamiento para la gente que tiene problemas de movilidad aguda. Aie presentó un sistema que permite a un dj cambiar la música con las neuronas, algo complicado de entender, pero que es una idea creativa de las miles que acoge el Burning Man.

-¿Que le sorprendió?

- La creatividad de la gente. En una sola jornada descubren cien cosas a la vez. Todo es de puertas abiertas y te invitan a que conozcas su idea. Había un tobogán con agua en medio del desierto, camiones de RedBull y champagnes fríos o discotecas ambulantes con dj´s... Pulpos gigantescos con una altura de cuatro pisos.

-¿Y algo alucinante?

-Un hombre invisible. Era un señor que tenía una pantalla de leds delante y una cámara a la espalda que proyectaba lo que había detrás suyo y parecía que era invisible. Había una cabina telefónica en mitad del desierto que ponía ´Hable con Dios´ y cuando llamabas te contestaba alguien. Estuve hablando con Dios un buen rato. El calor y el polvo forman parte del show porque producen un efecto especial a la hora de fotografiar.

-¿Las fotografías hechas en localizaciones del Patrimonio de la Humanidad como en La Torre del Canónigo representan algo más?

-Más que fotos eróticas son como retratos de Visconti y su tiempo.

-¿Su estilo evoluciona o prefiere mantener su sello personal y pasar de las modas?

-No me lo planteo, voy haciendo sobre la marcha , lo que se me ocurre en el momento. Pero como hago cosas muy diversas supongo que evoluciono a la vez. No pienso a priori en lo que voy a hacer, si tienes un buen equipo a tu alrededor normalmente todo funciona. Improviso mucho.

-¿Cómo vislumbra el trabajo de un fotógrafo profesional en el futuro inmediato?

-Es una pregunta complicada. Si eres el number one en lo que haces funcionas bien, si no es difícil, pero hay gente que consigue ganarse la vida haciendo fotos de niños, de bodas o de cosas particulares y no paran. El futuro pasa por la especialización del trabajo y del negocio que elijas... como fotógrafo de prensa, de revistas. El trabajo de fotografía de publicidad es ya más una labor de un especialista de photoshop que de un trabajo.

-¿Proyectos en mente?

-Quiero hacer un libro de mis fotografías clásicas de pequeño formato para todos los públicos. Una especie de ´Ibiza Portfolio´ con la idea de dar a conocer mi trabajo a un público más amplio. He encontrado en los cajones unas fotografías increíbles que hice cuando era muy joven para Playboy con Victoria Abril y textos de Juan Marsé y otros artistas y autores como Vázquez Montalbán muy interesantes. Este año dedicaré el invierno en hacer un libro de anécdotas que puede ser muy divertido.