­Desde el final de Ojos de Brujo Marina ha perdido el apelativo de ´la Canillas´ y ha añadido una ´h´ a su nombre. «Quería hacer un cambio, pero no me podía cambiar el nombre. Empecé a buscar y me gustó lo de la ´h´ porque acompaña pero no se pronuncia. Me pareció bonito para iniciar una nueva etapa, com un juego metafórico». A Sant Antoni llegará este sábado ya como Marinah, con su disco ´El baile de las horas´ bajo el brazo y con sus viejos compadres Maxwell Wright y Carlos Sarduy, que ha sido el productor del disco como compañeros de viaje y de «juegos».

-Supongo que este concierto en el que presenta su primer disco en solitario en las Pitiusas será muy especial para usted, ya que Ojos de Brujo se fraguó en Formentera...

-Es muy especial por dos motivos. Primero porque supone una vuelta a los orígenes, a las Pitiusas que tanto quiero, y segundo porque se hace en un sitio que se llama El Reencuentro y es realmente un reencuentro, porque estaré acompañada por Max y por Carlitos y tengo muchas ganas de volver a tocar con ellos.

-Después de tantos años con Ojos de Brujo, con tanta gente alrededor, tantos colaboradores... ¿no se siente ahora un poco sola?

-Sola no. Nunca estoy sola porque tengo muchos amigos alrededor. Al principio me daba un poco de miedo, pero cada vez me gusta más, porque a cada sitio que voy somos dos, o tres o cuatro... Cada concierto es diferente.

-¿Y sigue tirando del repertorio de Ojos de Brujo?

-Claro, son mis canciones. Es como una máquina del tiempo y tengo 90 canciones para elegir. Muchas de ellas son canciones que van conmigo desde que empecé en Formentera y me da mucha alegría cantarlas.

-Habrán evolucionado en estos años...

-Es muy bonito ver tus canciones interpretadas por otros músicos y siempre apetece hacerlo. En Sant Antoni cantaremos algunas canciones del nuevo disco, otras de nuestra historia y cuatro o cinco completamente nuevas e inéditas. Me siento con mucha libertad para hacer lo que quiero.

-Su compañero Maxwell Wright ha organizado en junio un festival de jazz en Formentera en el que Carlos Sarduy será una de las estrellas. Siguen dando guerra juntos...

-Exactamente, dando guerra. Es un festival que hace mucho tiempo que se estaba rumiando y estoy muy contenta de que por fin haya salido adelante. Además hacer algo en Ibiza o Formentera siempre es una buena excusa para volver a las islas.

-¿De qué fuentes ha bebido para componer las canciones de ´El baile de las horas´ hasta llegar a lo que llama World Pop Music?

-Como siempre de todas. Me gusta toda el agua y beber de todas las fuentes. Hay temas en los que he ido hacia una instrumentación más pop y me hacía ilusión meter guitarras flamencas. Pop fresco anglosajón con sonoridad ibérica, sentimiento, instrumentos de aquí y melodías mías. Con elementos de World Music, porque el flamenco planea en todas mis músicas.

-Dice que la maternidad le ha influido mucho a la hora de escribir las letras. ¿Ha sido su principal inspiración?

- ´El baile de las horas´ es un disco muy orgánico, que ha ido en paralelo a mi proceso vital. Habla de volver a empezar, de decir adiós, de decidir, de dejar cosas atrás, de volar pese al miedo... Letras que me hubiera gustado que me cantaran a mí en las que he puesto todo como madre y como mujer. Es un disco un poco de autoayuda, de decirme a mí misma: ´Venga, que tú puedes´.

-¿Y todo eso se nota en el directo? ¿Cómo ha cambiado?

„ No mucho. Una cosa es el disco y otra el directo. Yo creo que las canciones están vivas y en cada lugar suenan de una manera. En directo tienes que ser permeable a lo que tienes delante y nunca se sabe cómo termina. Seguro que en Ibiza será una fiesta en la que haremos una parte final electrónica. Tengo muchas ilusión de encontrarme con Max y Carlitos, porque ahora cuando nos encontramos es siempre para jugar.

-En la promoción del disco asegura que es el primer destino de un viaje. ¿A dónde le lleva?

„El siguiente puerto será con Chicuelo, con el que ya estoy grabando para un disco y preparando actuaciones. Lo llamamos ´rumba y cosas´, porque parte de la rumba pero desde un punto casi de free jazz. Entra desde un poema de Lorca a una chacarera, bulerías, el yambú cubano. Hemos juntado a músicos sin limitaciones y hasta donde nos lleve la intuición.

-A lo largo de su carrera ha colaborado con Peret, Pepe Habichuela, Martirio, Manolo García, Orishas, Los Van Van, Muchachito... ¿a quién se ha dejado en el tintero?

- A Tom Waits, pero algún día lo conseguiré.

-¿Y que le ha quedado de ellos?

-Uf. Muchas cosas, es difícil elegir. Recuerdo una de mis primeras actuaciones con Pepe Habichuela y Belén Maya, que fue maravillosa. Con Los Van Van en Cuba, que me vuelven loca. A Martirio, a la que regalé un perfume natural que es el que siempre usa ahora... Y sobre todo a Peret, que es principio, medio y final. Tenía un gran carisma y una energía preciosa y era una persona muy linda.

-¿Qué escucha Marina cuando está en casa?

- Lo último es el próximo disco de Carlos Sarduy, que está con las mezclas y me las ha pasado. Pero si quieres que no barra tanto para casa te diré que estoy recuperando cosas de antes. Estos días he estado escuchando el ´Omega´ de Morente, que es un discazo y según va pasando el tiempo está más vivo.