El público está respondiendo con creces a la convocatoria del Curso de Cicerone que organiza el Museo de Arte Contemporáneo de Ibiza (MACE) gracias, en buena parte, a la calidad de los ponentes, como es el caso de Guillermo Romero, que habla hoy a las 18 horas de ´Pasión por el coleccionismo´.

Romero está al frente de la prestigiosa galería de arte minimal y conceptual Parra & Romero de Madrid que, además, inauguró en verano de 2013 una sede en Ibiza, ubicada en un hangar de Santa Gertrudis.

Horas antes de volar desde Madrid a la isla, Romero avanza que la charla girará en torno al papel «fundamental» del coleccionista en la historia del arte contemporáneo «como mecenas a la hora no solo de coleccionar como una inversión sino por pura filantropía». Así, Romero subraya que hay que diferenciar «entre coleccionismo y especulación: un coleccionista colecciona, no es un inversor que especula, es diferente», apunta Romero, que subraya la idea de que «coleccionar puede ser al final un beneficio para todos, no solo para el que colecciona». Como ejemplo «fantástico y muy romántico del coleccionismo como pasión» cita el caso de los Vogel, Herbie y Dorothy Vogel, «un cartero y una bibliotecaria que se hicieron con una de las colecciones más importantes de arte conceptual y minimal de Estados Unidos, con un sueldo mensual que no llegaba a los 2.000 dólares», relata. «Sentían una gran pasión por el arte y comenzaron a coleccionar obras chiquititas que nadie quería pero en las que ellos confiaban mucho. Artistas como Christo o Mangold que, a principios de los 60 no vendían casi obra, comentaban que gracias a lo que les compraban los Vogel podía pagar la cuenta del teléfono», relata Romero.

Ventajas fiscales

Esta pareja de singulares coleccionistas nunca vendió ni una obra. «Podían haber sido millonarios pero siguieron viviendo en un apartamento de 70 metros cuadrados en Nueva York. Donaron más de 2.00o obras al National Gallery de Washington y a cambio solo querían un seguro médico», relata el galerista, que hablará hoy de este y otros ejemplos de coleccionistas únicos y vocacionales.

Guillermo Romero también abordará «lo poco que se ha entendido el papel del coleccionismo en España, de lo poco que se ha ayudado fiscalmente, lo que es parte del problema dentro del engranaje del arte contemporáneo», advierte. Aunque no profundizará en ello asegura que el retraso en la aprobación de una Ley de Mecenazgo en España es un ejemplo de la falta de visión en este tipo de casos. «En Estados Unidos, por ejemplo, este tipo de actividad cuenta con una clase de beneficios fiscales que finalmente enriquecen las colecciones de instituciones públicas y apoya directamente el engranaje del sistema porque la galería vende más obra y los artistas cobrarán más dinero por vender más. Además, el Estado finalmente ingresará más porque se fomentan más las compras en arte», explica el experto.